martes, 31 de octubre de 2006

EL SOL ESCONDIDO

El sol, un astro que nos acompañará toda nuestra vida, y que lo hará hasta que se extinga él con la humanidad o antes ésta que él. En cualquier caso, nuestro cenit está unido a esta estrella que nos ilumina y nos da calor, y que ha servido de musa para infinidad de artistas de todas las disciplinas del arte a lo largo de los siglos.

Su belleza no deja lugar a dudas, y la fascinación que sentimos no tiene palabras. Sólo la Luna consigue un poder de este estilo, aunque evoque otro tipo de sentimientos. El tiempo nos dice que hemos hecho bien y que hemos hecho mal. Siempre pone a todos los seres de este planeta en su justo lugar, unos tardarán más, otros menos, pero nadie escapa a su destino, por mucho que se quiera correr.

La conciencia es lo mejor que tenemos para poder vivir y dormir en paz, y hemos de luchar para mantenerla limpia, aunque el esfuerzo a veces nos haga desfallecer, agotando nuestra fuerza vital hasta límites insospechados, y veamos esa oscuridad que se cierne delante de nuestros ojos, perplejos por algo que no alcanzamos entender.

El mundo es gris, no hay otro color, a veces nos parecerá más negro, otras veces lo veremos con un tono más blanco, incluso se nos creará la ilusión que hay colores, pero no es cierto. Siempre es gris. Y quizás sea esto lo que lo hace tan terriblemente interesante. Ese poder ser conscientes de ese color nos hace libres, más de lo que lleguemos a creer nunca. Y el miedo nunca hemos de dejar que nos invada, y nos domine.

Ayer lo comenté en el coche camino al partido de fútbol de cada lunes por la noche con la persona por la que hoy le escribo estas frases. Le dije que en mi caso había vivido durante mucho tiempo en el infierno, rodeado de oscuridad, y que ya lo conocía muy bien, por lo que no me interesaba volver a él, ya sé como es, y no me gusta. Has de ver la luz querido amigo, has de tomar la decisión de arriesgarte, controlando la caída, sabiendo que tipo de persona eres y dónde quieres llegar en un futuro próximo, y dejar que tu tenacidad, tu perseverancia, y tu calidad como ser humano haga su trabajo. También sabes que hay gente que tendrás detrás para apoyarte, para consolarte cuando lo necesites, para hablar, o como decía nuestro amigo de la blogosfera compartir momentos de silencio en compañía de alguien que te comprende, te respeta y te puede ayudar en tu camino vital.

Nunca es sencillo dar ciertos pasos hacía delante, pero si recordásemos o tuviéramos consciencia de cuando éramos pequeños y aprendimos a andar, veríamos como aunque nos caíamos constantemente, el impacto contra el frío suelo servía para volver a levantarse y seguir intentándolo hasta que un día dejas de caerte y aprendes a andar sin titubear, firmemente, con la cabeza bien alta. Y ten por seguro que eres una de esas personas querido amigo que lo conseguirás para siempre, pero quizás tus miedos infundados son lo último de la etapa adolescente que te queda por superar, y has de hacerlo sólo, has de ser tú quién se conozca, se entienda, y decida que rumbo debe de tomar su vida, aceptando las consecuencias derivadas de estos actos. A eso, sin lugar a dudas, se le llama madurar. Al igual que saber frenarse ante ciertas situaciones y valorar si esto o eso otro puede aporta algo de valor real a nuestra vida.

El pasado no sirve de espejo para mirarnos como éramos antes, o que hubiera pasado si…. Eso es volver a una etapa infantil de nuestra vida. No lleva a nada, sólo al fracaso más doloroso que pueda existir, y por desgracia te das cuenta demasiado tarde cuando ya eres mayor, en plena vejez y te encuentras con el alma vacía, desgarrada por el dolor de haber estado perdiendo el tiempo por tu gilipollez de creerte cosas que no eran ciertas, de haber hecho caso al autoengaño interior que no lleva a nada, que no merece ser defendido. Pero tú, en cambio, estás a tiempo de remediar esto, de ver que el camino aunque esté poblado de rocas enormes, puedes encontrar la solución para salvar el obstáculo y seguir caminando por él. Sabes que tienes personas que vigilaran ese camino para que no sufras más de lo debido, que te protegerán y estarán siempre ahí para que puedas gritar su nombre y salgan del oscuro bosque para hacerte el viaje más tranquilo y ameno. Sólo has de llamarlos, susurrar su nombre y dejar que aparezcan en cualquier momento. Hay ángeles que están entre nosotros, y que por alguna razón que nunca te explicarán pueden proteger tu alma sin pedirte nada a cambio, sólo que no desfallezcas nunca, ni te rindas, pero sobretodo que no dejes nunca, por muy mal que estés de ser una persona buena y pura.

Cuando creas que todo es triste, que nada tiene un sentido real, levántate muy pronto antes del alba, te coges el reproductor de MP3, te sientas en la arena cerca del mar, mientras escuchas el tema Through Her Eyes del álbum Scenes From A Memory del grupo Dream Theater, y dejas que salga el sol, para que limpie la oscuridad que te atormenta, purifique tus pensamientos y despierte un nuevo día en compañía del SOL, para que veas su luz, y se ilumine tu camino, y deja que los ángeles lloren por ti.

jueves, 26 de octubre de 2006

QUI T'HA DIT QUE EL BLUES HA MORT?

En el artículo de ayer os prometí una crónica de un concierto que escribí para una revista haya por el 1992, ese famoso año por muchos motivos. Tenía 19 años y se abrían muchas cosas nuevas para mi, y la juventud en sentimientos y en vivencias hizo que escribiera de este modo el artículo que os comentaba y que responde al mismo título de arriba. Lo escribí en catalán, y he querido mantener la misma estructura, las mismas comas, etcétera. Espero os guste y la recomendación de hoy del tema para acompañar la lectura es una canción grabada en el 1990, que supuso la entrada triunfal del guitarrista Gary Moore; me estoy refiriendo al famoso tema Still got the Blues.


     Recentment, al Teatre Principal de Badalona, es va inaugurar la Temporada de Teatre i Música Primavera 1992, amb la presentació de Johnny Mars, que ja l’any 1989 va inaugurar el festival Blues & Ritmes de Badalona. Va tornar aquí acompanyat pels Blues Messengers, grup amb el qual ja van obtenir un gran èxit en la temporada de música passada.

    Johnny Mars és un harmonicista i un cantant que elabora un enèrgic blues-rock tan decididament renovador com respectuós envers la millor tradició de l’harmònica amplificada.
    El van acompanyar la veu de Big Mama Montse, una dona blanca d’aquí a prop: Dani Nelo, harmònica i saxo, component del grup Los Rebeldes; August Tharrats, al piano; Santi Prat, al baix i Caspar St. Charles a la bateria. Tots ells formaven una banda molt ben compenetrada, sólida i on es van divertir tot tocant allò que els encanta.

    El que sentia no té paraules, el que veia no ho podia copsar cap fotografía, però, tot plegat, el misteri em tocava el cor. Tenia la sensació d’estar flotant allà on l’horitzó trenca amb la mar tranquil.la, i el so dels ocells es mescla amb l’harmonia d’una saxo profund, pausat però vibrant alhora.
    El cap em donava voltes després de tanta pau i solitud interna. Es la solitud que desitges en els moments de tristesa. I es llavors quan el blues truca a la porta i et diu si el vols dins teu. Però, ai!, quan entra el blues al cos ja no en surt mai més i la teva personalitat canvia. Trones als orígens, tan ayunitas del món actual que és llavors quan els teus sentiments cobren vida i exclamen: Prou!! a tanta hipocresía i malestar.

    Mires dins teu i el que veus no t’agrada. Intentes canviar, però no pots. Desitges respirar però el baix fa que hagis d’esforçar-te molt i la coordinació de tants pensaments provoca un ressentiment i un bullir de l’estómac. És el poder del blues.
    I ai, Déu meu, és llavors i únicament llavors, quan no importa ni la raça ni el color de la pell perquè quan dues veus, una de negre i una de blanca, es compenetren tan bé en un sol so, peculiar i gratificant, la simple interposició d’una harmònica, plena d’efectes i de sentiments propis, fa que t’oblidis d’on ets i de qui ets. I, per primer cop, sens que tots units esdevenen un de sol.
    Ni tan sols les edats hi tenen joc. L’unic joc que és permès és el de sentir només allò que dus tant endins que no goses deixar sortir per por que et domini tant.

    Qui t’ha dit que les dones no senten el blues? Qui t’ha dit que el blues és tant sols música de negres?
    Vinga, acostat, ens diuen els llums. Vine i entraràs en un món sense racisme, sense lluites de sexes, en un món d’on mai més en podràs sortir. Naturalment vaig cedir a tals peticions i no em penediré mai d’aquesta decisió.
    Era davant de l’escenari, mirant al Johnny Mars, quan vaig comprendre on estaria el meu lloc: sempre al costat dels blues. Per a mi, a partir d’aquells instants, la meva existencia es va transformar; va deixar de ser la mateixa i mica en mica notava com els orígens s’apropaven més i més, i somniava en poder, algun cop, deixar anar els blues que duc a dins, alliberar-lo fluir i poder trobar-me a mi mateix. L’única cosa que desitgem de veritat.
    M’he enamorat de dues coses. Potser, les dues coses més belles que hi ha al món. Una, la noia del meu costat i que va voler acompanyar-me al concert; l’altra, els blues. No podria viure sense aquestes dues coses, unides i al meu voltant.

    En una nit d’hivern, el meu cort va aprendre tot el que necesitaba per a admirar les coses del meu entorn amb sentit i no quedar-me fret davant la desesperació.
    L’amor no es pot controlar i la pació ni tan sols evitar-se; però el que sí es pot agafar és senzillament la paraula blues, qua unida a la paraula esperanza, fan que no necessitis buscar cap més raó per seguir endavant, ja que tan sols has de buscar dins teu i creure en tu mateix. I al final de tot, entens el perquè ets aquí i no en un altre lloc. Els sentiments i l’amor que dus dins teu es fan tant foros que no els pots controlar i es llavors quan els ulls no poden evitar deixar caure una llàgrima per la galta. I sàpigues que en aquesta llàgrima hi està dipositat tot el que ets i el que un dia, si tens sort, arribaràs a conèixer.

    No, sencillament no. No ho puc evitar, i no és tant sols una llàgrima, és la por a estar sol, la por a tancar els ulls i a no despertar-me mai més. I això et fa mal. I sàpigues que no plores sol, perquè darrera teu hi ha gent, poca, però gent que et comprèn.

I és que del BLUES, no se’n pot escapar.

miércoles, 25 de octubre de 2006

LA SENCILLEZ DE LAS PALABRAS

Ayer escribí un artículo con la única finalidad real de intentar ayudar sobretodo a dos personas, las cuales aprecio más quizás de lo que puedan pensarse. Él por su situación actual en el plano sentimental pensé que podía serle de ayuda, y ella por lo mismo. Los dos me dieron las gracias. Ya saben, y si no es así se lo digo ahora, que no hace falta, lo hago más que encantado.

Ella necesitó tanto estas palabras que por la tarde me pidió invitarme a un café en una terraza del centro de Barcelona, y seguir la conversación. Dos horas en el Starbucks en la esquina de la calle Pelai, cerca del Fnac el Triangle, viendo pasar la fauna que habita en esta gran ciudad cosmopolita, y con una conversación más que agradable, conseguimos sacar muchas cosas en claro, más de lo que nos planteamos cuando quedamos. Y me enorgullece que ella dejáse que la aconsejara con el corazón en la mano (no sé hacerlo de otro modo).

Ella sabe que la quiero como a mi hermana, y que me tiene para lo que necesite. Y a los demás que me conocéis os digo lo mismo, siempre que mi apretada agenda me lo permita, y mi sueldo no suponga un impedimento, estoy para hablar, o para estar en silencio como decía otro amigo en su blog personal, al cual respeto por distintas facetas suyas y espero que lo sepa y se lo pueda demostrar en el futuro.

Tengo suerte (nunca lo he dudado, aunque en mi pasado no fue así, aprendí de los errores) de rodearme de gente auténtica, cariñosa, especial, con la cabeza como suele decirse bien amueblada, y de la que sólo puedo arrepentirme no poder estar más tiempo con ellos y ellas. Todo tiene solución, no?. Tendré que robar o preparar el atraco del siglo si quiero dedicarle horas, ya que no se trata de sueño, si hace falta le robo horas al sueño y a mi cansancio para estar con ellos/as cuando lo necesiten, ya descansaré cuando me muera, pero el dinero que consigo de mi contrato conceptual de vender mis neuronas por un mísero sueldo, llega más a una prostitución mental y corpórea que a un me pagas bien y te regalo la mayor implicación de todas. En fin, que sólo me pagan profesionalidad y ser puntual en el trabajo; pero pronto llegará mi hora, mi cambio radical, mi luz existencial, y mi despegue hacía las estrellas. Es largo, y quizás lo cuente en el blog, personalmente a estas personas a las cuales hago referencia ya saben que me lo pueden preguntar.

Hoy quería dejar patente esto. Mañana un artículo que escribí hace unos años para una revista con el título: “¿Quién te ha dicho que el Blues ha muerto?”. El cual me apetece recuperar para que veáis que escribí allá por el 1991. Espero os guste.

De momento la recomendación de hoy de la canción para acompañar esta lectura es de Genesis, en concreto Land of Confusion para que la tierra no os confunda más de lo debido y sigáis siendo personas buenas, íntegras, con el alma pura y sigáis vuestro camino, estando alerta de las señales que vuestro destino os tiene preparado. Conseguiréis algo que no hay palabras para describirlo.

Suerte en vuestra búsqueda, que el premio de mi corazón ya lo tenéis ganado.

martes, 24 de octubre de 2006

SUSURROS DEL VIENTO

Algunas veces me gustaría poder borrar espacios de tiempo, personas que se han cruzado por mi vida, con una existencia estéril, inerte, inútil, sin sentido que no ha servido para nada, y que sólo han engendrado dolor y sufrimiento. Pero, luego, cuando el viento susurra sus nombres, pienso que han estado ahí por algo, para hacerme dar cuenta de lo mejor persona que soy, de la integridad personal que llevo siempre conmigo, de ser consecuente con lo que pienso, de intentar mejorar las cosas y quines me rodean y de verdad me importan; y al resto no quiero ni que recuerden mi nombre, ni que lo pronuncien, ni ser su amigo, ni que me llamen. Pido que desaparezcan sin hacer ruido.

No tengo vocación de hermanita de la caridad, ni ganas de tenerlas, ni soy psicólogo de profesión, sólo lo ejerzo con mis amistades, las fieles, las que de verdad llenan mi vida. Y me siento afortunado por tenerlas, por no traicionarme nunca, por estar ahí, por escuchar sin juzgarme y sin adularme, pero sobretodo por no decirme nunca aquello que quiero escuchar para sentirme bien, ya que la verdadera amistad está en hacer ver las cosas desde otro prisma, nunca en dar consejos sin tener toda la información.

Siempre lo he pensado en cualquier manifestación de arte, ya sea en literatura, en música, en cine, en pintura, en todo ello, que para poder decir que ha sido una obra maestra, has de haber visto antes mucha mierda. Pues con la vida y las personas pasa lo mismo, has de encontrarte con lo peor para valorar o ver antes de nada lo mejor, y no dejar escapar a esas personas, luchar por ellas y anteponer muchas cosas tuyas por el bien común. Es cierto, a eso se le llama sacrificio, pero ser incondicional, con firmeza, sin dudar de las cosas te hace mejor, y esa persona te respeta más y siempre te llevará consigo, y los problemas que puedas tener se afrontan mejor, y siempre, repito siempre se sale adelante con el mejor premio de todos. Es cuando se empieza a ser feliz de verdad, y esa felicidad la transmites a quién te rodea, irradias un aura de calma, de serenidad, de control, que no se puede huir, y con ello atraes aún más la suerte que hay en el Universo, que por suerte al igual que este es infinita.

No nos hace ni mejores ni peores personas, sólo gente que respira y vive como puede, que sobrevive, gente que luchará y saldrá hacia delante, y otras que se quedarán por el camino y que nunca saldrán del pozo, no saben hacerlo, ni lo sabrán, ya que su carácter y personalidad ya está forjada, y la gente no cambia nunca, repetirán mediante círculos vitales los mismos errores una vez tras otra, sin poder hacer nada, sólo en ocasiones si tiene suerte y encuentran una persona que está a su lado que les controla esto y les ayuda a luchar pueden moldear su carácter y ser felices, pero si no lo hacen se pasaran la vida auto engañándose en un laberinto sin salida. Es así la vida, aunque nos joda, aunque nos remueva las entrañas y nos haga vomitar el odio que guardamos dentro y que nuestro cuerpo no sabe como digerirlo. No podemos luchar por todo el mundo. Las batallas y las guerras internas son de cada uno/a. Pero podemos hacer que nuestra lucha repercuta de forma colateral en el beneficio externo de quienes nos rodean, y enriquecer su vida, limpiar su alma, hacerles crecer como personas, siempre y cuando lo quieran y lo acepten.

No siempre conseguimos aquello que nos proponemos, y no sabemos ver o valorar aquello que tenemos o hemos tenido. Lo hablé la semana pasada con uno de mis mejores amigos y la compañía de una buena cerveza Guiness, en un local de Barcelona dónde sólo ponen Rock. Del bueno, del de antes, con temas conocidos de los espectaculares Kiss, los eternos The Rolling Stones, los siempre brutales The Who, el gran genio Ozzy Osbourne, los incomprendidos W.A.S.P., y los Dioses Led Zeppelin… tantos y tantos que empezamos hablando de esto y fuimos cogiendo el rumbo de los grupos o solistas de Rock de la actualidad, que han de repetir fórmulas, o sencillamente engañar al personal con su supuesta música que se regenera, que se adapta, cuando no es cierto, ya que hacen lo de antes intentando mezclar lo nuevo con una calidad pésima y carentes de creatividad

Concluimos la charla llegando al punto común entre los dos que con las personas ocurre lo mismo. Nos tomamos otra cerveza, y seguimos hablando sobre el último juego que estamos jugando on line entre nosotros de estrategia en tiempo real: Hearts of Iron 2 Doomsday del cual os hablaré en otra ocasión. Nos despedimos con un abrazo hasta la semana próxima en nuestra particular tertulia, y nos llamamos al día siguiente si podíamos volver a vernos para hablar. Así es la vida. Sencillamente espectacular y llena de sorpresas. Disfrutadla!!!


Os recomiendo si podéis encontrar el tema Walk Away de Ben Harper perteneciente a su trabajo Welcome to the cruel world, para escucharlo mientras leéis este artículo y seguro que el matiz es distinto y las palabras fluyen mejor.

Gracias Gabi por descubrirme este temazo musical!!!!

lunes, 16 de octubre de 2006

EL PARTIDO DE FÚTBOL

El pasado Lunes por la tarde, me encontraba tomando un refresco en una terraza con un amigo del trabajo mientras hacíamos tiempo antes del partido de fútbol 7 que teníamos esa noche. Estábamos mirando otros partidos que se disputaban en el terreno de juego, y comentábamos que posición debíamos ocupar cada uno de nosotros.

Hemos creado un equipo de fútbol patrocinados por la empresa para esta temporada, de este modo tenemos los lunes por la tarde-noche ocupados, haciendo algo de deporte y riendo de la falta de fondo que tenemos. Aunque personalmente he vuelto a hacer deporte cada día, necesitaré al menos un par de meses para volver a coger el estado físico que tenía antes y el suficiente fondo para aguantar sin maldecir mis huesos por tanto correr.

Con este amigo del trabajo, mientras estábamos sentados tomando un refresco, y él fumando antes del partido (un buen ejemplo decía entre risas), hablamos de los últimos líos amorosos de los dos, el me comentaba los suyos y yo los míos, y llegamos a buenas conclusiones, de esas que no hacen los autoengaños si no la experiencia y la realidad del día a día. Me alegro mucho por él que haya superado ese virus que le carcomía el corazón, que le ahogaba el alma, que no le hacía avanzar, y que por suerte decidió soltar lastre. Sabe que tiene todo mi apoyo, y que cuando me necesite sólo ha de llamarme para charlar con tranquilidad.

He ido siguiendo todo esto que le ha pasado, y la verdad es que a veces no lo entendía. A él sí por supuesto, pero a ella no. Cuanta estupidez puede albergar una persona que no quiere ver lo obvio y no quiere dejar atrás su pasado. Me siento afortunado en ver cómo este amigo mío ha dejado todo eso como algo que no puede evitar, ni le es permitido cambiar, y él por su parte no ha hecho nada mal en esa relación, es decir, a realizado aquello que estaba en su mano y ha sido inútil. Me alegro por él.

Pero volviendo a nuestro equipo de fútbol, a nuestro decente equipo. Comentaros que tenemos equipo para dar algo de guerra, y con dos victorias de tres partidos disputados no está mal, y más si tenemos en cuenta que en ese partido que os decía del Lunes, nos dieron mamporros por todos los lados. No es por quejarse por que sí, pero es que nos lesionaron a 4 jugadores, y el árbitro parecía estar mirando para otro lado. Y aun con todo esto plantamos cara y mantuvimos el marcador muy ajustado. Un lástima la verdad. Pero vimos que nos falta algo más concretar la defensa, que sea más compacta y se hable más. Pero sobretodo nos falto fondo, ya que la segunda parte jugamos con un solo cambio, lo cual hizo que el estómago nos saliera casi literalmente por la boca. Nos pudimos haber rendido y bajar la guardia, no pelear, pero eso hubiera ido contra nuestro espíritu combativo de equipo, y contra nuestra voluntad. Algo que no ha de hacerse nunca ni en nuestra vida personal.

Hoy volvemos a jugar, con la lección espero que bien aprendida, y lo más importante, pasarlo bien entre nosotros, que al fin y al cabo es para lo que nos apuntamos. La vida ya es suficientemente competitiva como para que cualquier cosa de ocio que se haga haya de ser igual.

martes, 3 de octubre de 2006

PERDIDOS EN UN FUTURO INCIERTO

Hace algo más de un semana escribí sobre el mundo de las ferreterías. Un artículo corto quizás, y estoy seguro, de eso no me cabe la menor duda, me dejé de comentar alguna que otra anécdota en el tintero. Para poner sólo un ejemplo, un asiduo lector/a me escribió sobre el característico olor cuando entramos en una de ellas, y otro me comentó lo caras que eran ciertas llaves y cuanto le costaban encontrarlas, lo que hace que nos preguntemos si en realidad el hierro ha subido su cotización en la bolsa y no nos hemos percatado.

Somos un claro ejemplo de lo esclavos que somos del capitalismo, de esta supuesta sociedad del bienestar que nos venden, aunque no reparemos en el hecho que en la actualidad vivimos en una época con los mayores conflictos bélicos si exceptuamos las grandes guerras mundiales, los mayores desordenes sociales, de un pueblo (de cualquier país del mundo) enfrascado en constantes luchas contra sus administraciones, y por encima de todo, no carentes de verdades, en esas personas que depositan no sólo sus votos electorales, si no su dinero en impuestos, su esperanza en ser representados y defendidos por igual, en su ilusión de un día vivir mejor y en paz, su fe, en que les defiendan. Y no hablemos de los constantes problemas e inseguridades que crea el terrorismo, cualquier tipo de terrorismo, incluso aquel que camuflan los políticos con su demagogia, sus falsedades, sus intereses, su acumulación de poder y de aquel haz lo que yo diga pero no lo que yo haga.

Una solución, o un reflejo de todo ello lo mostraba hace poco el hilo argumental básico de la serie televisiva norteamericana LOST (Perdidos). Una serie que empezó pensada por unos guionistas en forma de miniserie de ficción de sólo 13 capítulos, hasta que su inevitable éxito hizo su habitual acto de presencia matando el juicio y el sentido común (a veces es mejor hacerlo corto y de extrema calidad que largo y finalmente aburrido por ser la muestra de cómo se diluye un buen guión), y ya han empezado a rodar la tercera temporada de un contrato final de 5 años a temporada por año.

Si añadimos a todo esto el reciente juego que se pudo disfrutar solamente en EE.UU. las pasadas vacaciones de verano, con el nombre de “The Lost Experience” tendremos el cocktail perfecto de la alquimia entre la televisión y las nuevas tecnologías.

¿Por qué todo este rollo?, sencillo, en dicho juego, a medida que vamos avanzando en él, resolviendo su trama, sus pistas y sus puzzles, se nos van premiando con trozos de video con la explicación del significado de los famosos números de la serie y sus repercusiones, su verdadera naturaleza, al igual que la verdadera naturaleza de la isla, quienes son “los otros” y que hacen en la isla, del motivo real del sentido de todo ello. En fin que resuelven unos enigmas para plantear con ello otros de nuevos. Pero no os voy a contar nada, no os preocupéis por ello, aquellos/as que no tengáis paciencia y lo queráis saber, es muy fácil, me enviáis un mail y en privado os lo contaré.

Lost habla del mundo, de la situación en la que se encuentran las personas que habitan la isla y por analogía el mundo entero. Dónde todo puede suceder desde lo más bonito a las peores pesadillas mostradas por Hollywood en sus películas. Pero no se rinden, ni se dan por vencidos, quizás sea eso lo único que nos une, lo que une todos los pueblos que habitan este planeta, esa esperanza que algún día podremos ver reflejado en los ojos de nuestros hijos e hijas que les dejamos un planeta limpio dónde poder vivir en paz, un lugar dónde se pueda disfrutar, un lugar para todo el mundo, una utopía que no la llamaríamos por este nombre si todos, cada uno de nosotros, pusiera lo mejor que llevamos dentro para darle la vuelta a esto, para sentir lo que es la libertad, para notar con los pies desnudos el agua fresca en el suelo de una campo de hierba, en hundir los pies en la arena y notar el vaivén de las olas, el olor del mar inundando los pulmones, en el sonido reparador de las sonrisas infantiles, en ese sueño reparador sin miedo a despertar en un zulo vital, en esa prisión humana que se llama falta de compromiso, en ese asesinato de las virtudes, en esa asfixia del futuro que no conocemos, en el peso de ese pasado que no queremos soltar para que siga su curso río abajo.

No quiero que eso sea solamente un sueño, ¿lo querríais vosotros/as?. Estamos seguros/as que no podemos hacer nada por ser sólo una persona, o no pensáis que al menos el esfuerzo del intento sea suficiente para empujar la rueda y que la gravedad, la inercia y la física jueguen su propio papel en el devenir de la historia. Recordar estas palabras, algún día miraremos atrás y nos sentiremos orgullosos de haber contribuido en ese cambio que ha de llegar, en ese cambio que el mundo se merece, en aquello que no le podemos negar a nuestras sociedades futuras. No os rindáis, si habéis leído hasta esta última frase habréis dejado de estar solos.