martes, 20 de febrero de 2007

MIL HISTORIAS PASAN POR NUESTRO LADO


El Domingo pasado fuimos mi hermano menor, mi hermana, su marido y mi madre al puerto de Barcelona para coger la Golondrina e ir a tirar unas flores al mar en el lugar dónde hace ya un año depositamos en sus aguas la urna biodregadable con las cenizas de mi padre siguiendo su última voluntad. Ayer hacía un año de su repentina muerte a los 58 años de un ataque al corazón fulminante. Escribí en su momento un artículo que colgué en este blog. Pero aunque sea el primer aniversario de su muerte, también ha sido una liberación por otra parte más personal, más íntima, dónde mi corazón es el protagonista al igual que el suyo cuando le falló. Os cuento.

De regreso después de tirar las flores cerca del faro, dónde quiso permanecer siempre cuando dejase esta vida, de ese puerto que lo vió nacer (era de la Barceloneta de toda la vida, siempre lo decía, decía que la llevaba en el corazón para siempre, y pasé parte de mis fines de semana de pequeño visitando a mi abuela, corriendo por las estrechas callejuelas de la Barceloneta antes de sufrir esa mutilación que rompió una parte del barrio); del barco que tenía su padre amarrado en el puerto y dónde se aficionó mi padre a pescar, y que me transmitió a mi de pequeño cuando iba con él a pescar de madrugada los fines de semana de verano; de la multitud de veces que se lo había hecho a nado cómo buen nadador que era mi padre.
Me encontraba sentado en la parte de abajo con mi ipod, muy cerca de las olas. Mirando el puerto que me recordaba tanto a mi Padre. Ya había llorado lo mío y necesitaba estar un rato a solas. Mirar el mar, la calma que se respiraba, las vistas de la montaña de Montjuïc a lo lejos. Escuchaba Fito y Los Fitipaldis y la canción “La casa por el tejado”. La escuche 4 veces seguidas. Me hizo pensar. Me ánimo el alma tocada por el dolor y el sufrimiento de los últimos meses, pero me hizo sonreír a pesar de las lágrimas que se secaban con el viento lentamente, enfriando mis mejillas, haciéndome sentir vivo. Me hizo pensar en mi Padre, en que nunca hubiera querido verme así, triste, ni que dejara de luchar por lo que creo, por intentar cambiar este mundo que parece desmoronarse, ni que fuera infeliz con una mujer. Estoy seguro que quería que encontrase a esa alma que el destino nos guarda para el momento oportuno, no antes, ni después, en su preciso momento, sabiendo en un instante dado que nuestra búsqueda por fin a cesado, y que lo sabría yo y ella llegado su momento cuando te encuentras cara a cara y los ojos se adivinan el alma.

Dicen por ahí, que las últimas relaciones marcan demasiado el futuro de las siguientes, que condicionan las siguientes, las estereotipan, no las dejan avanzar. Que nada vuelve a ser lo mismo. Es cierto para la mayoría de personas, pero sólo lo superan unas pocas, aquellas que se conocen a si mismas bajo la autocrítica, que se respetan a ellos/as y respetan a los demás, los que se quieren con profunda devoción, con inquietudes existenciales, que superan cualquier trampa del colectivo, con utopías no irrealizables, posibles, palpables, pero arriesgadas. Aquellas almas que son puras, que no albergan maldad alguna.
La gente no cambia, lo he escrito miles de veces, y siempre digo los mismo que cuando creces y pasas los 22 años más o menos, aquello que eres, aquella esencia que te define, te seguirá de igual modo a lo largo de tu existencia vital por este planeta, por esta dimensión. No se puede huir de tu destino, por mucho que nos creamos muy veloces, no se engaña al guión que nos han escrito. Esas miles de historias que se nos cruzan en solitario, esas miles de personas que no ayudamos, de esas miles de palabras que no escuchamos, sin saber que todas ellas forman nuestro mundo, nos pueden ayudar, nos hacen ser mejores personas.

Salvar almas no es tarea fácil, educarlas mucho menos aún, pero el esfuerzo, aunque te sientas agotado/a, vale la pena os lo aseguro, y dar la espalda a un grito de ayuda te aleja cada vez más de ti mismo/a; el no estar ahí cuando se te necesita, te hace más sordo/a aún hasta que la soledad te atrapa en sus garras para no dejarte nunca más en libertad. Yo de momento el Domingo escogí que camino tomar, quién quiero ser, que quiero hacer, y ya no lo puede cambiar nadie.

MIL HISTORIASTaxi

jueves, 15 de febrero de 2007

EL PARTIDO HISTÓRICO

Este Lunes jugué a fútbol con el equipo de mi empresa (cómo cada lunes por la noche de hecho, lo cual no es una novedad para aquellos/as que me conozcáis en carne y hueso); pero la novedad verdadera, la real, fueron dos para ser exactos, es que nos llevamos una cámara de video para filmar el partido, la otra y más espectacular si cabe, es qué marqué un golazo por la banda derecha de aquellos que hacen historia con la pierna izquierda, de los de la jugada de la semana (un mérito si tenemos en cuenta que soy diestro y que en mi vida, ni de muy joven, había jugado a Fútbol 7, ergo un mérito que no se me puede quitar, y si añadimos que mi forma física ha mejorado y de calle, tenemos una larga carrera por delante dentro del deporte de empresa… jejeje).

Inicié el marcador para mi equipo, y luché cada balón de un modo titánico. Pero lo más agradable de todo fue la subida de autoestima cuando en los vestuarios (de eso no tenemos imágenes garbadas lo siento xD) me dijeron los compañeros de equipo que alucinaban con la mejora de calidad técnica que iba mostrando en cada partido a medida que avanzaba la liga, y que era el único que había progresado tanto y tan bien. Pero no nos engañemos, ni empecemos a explotar cohetes, nunca llegaré a ser un crack del fútbol mundial, pero al menos ahora cuando corro en el campo me ven y me hacen pases complejos de punta a punta del campo, con un adversario pegado a mi, cuentan cada vez más con mi juego, salgo de titular, y siempre juego de lateral derecho, en fin, que me sentó la cena cuando llegué a mi casa cómo si fuera una gran comilona con la mejor de las compañías posibles y un vino de extrema calidad.

Dormí cómo un angelito, relajado, con un leve sonrisa en los labios, y soñé con los goles que vendrían a partir de ahora, con la gente que vendría al campo a animarnos, en fin, un sueño bonito e irreal cómo cualquier otro de los que tenemos en este tipo de casos las personas que nos emocionamos por cualquier estupidez banal y sin sentido. Quizás sean esas ganas de vivir tan locas que tenemos, ese ansia de aspirar bien hondo el aire que nos rodea, de exprimir la vida con todo el paquete Comansi que eso conlleva, lo bueno y la malo, lo regular y lo casi decente tirando a correcto.

Bueno, hoy me vais a perdonar que os escriba esto, pero me apetecía contarlo a los cuatro vientos, y me quedo con las ganas de hacer posters. Quizás me haga camisetas con el gol. De momento os dejo una foto de estas Navidades que nos hicimos el equipo en un partido “benéfico” entre el equipo oficial (estamos en Barcelona) y los compañeros de las oficinas de Madrid. Partido, divertido, entrañable pero en el que no hubo color, y les arrasamos. Siento decirlo así de un modo tan brusco y seco. No hay rencor por nuestra parte, y ya les hemos prometido que esta primavera les daremos opción a la revancha o la humillación eterna… jajaja Todo quedó en unas risas, y una cena con todos en un restaurante selecto de Barcelona (pagaba la empresa, pero lo sospechoso fue el local escogido: La Mafia). Lo dejo ahí, no sea que tenga una visita esta noche en mi casa.





HAPPY TO BE STUCK WITH YOUHuey Lewis & The News


lunes, 12 de febrero de 2007

HAY UNA VEZ EN LA VIDA QUE….

Cuando llueve todo parece entristecerse, es cómo si nuestra esencia necesitara de algún refugio ancestral, olvidado por los océanos de tiempo, en ese sitio del recreo que al igual que cantaba en una canción Antonio Vega nunca llegamos a querer entrar para quedarnos mucho tiempo. Y solemos decir que nos molesta que llueva cuando salimos a la calle, por no saber que ponernos encima de ropa o de calzado, pero en realidad sabemos que nos relaja, aunque no queramos aceptarlo.

De vez en cuando es necesario purgarse, quitarse de encima esos pensamientos que nos quitan el sueño y no nos dejan respirar, que no nos dejan pasarnos el día con una sonrisa en los labios.

Si nos paramos, sin nos mantenemos quietos, sino seguimos hacía adelante, podremos ver como simples espectadores la cantidad de trenes que se nos cruzan por delante, con una velocidad cada vez mayor, sin querer o poder evitarlo. Y eso no es bueno, sobretodo al no obedecer a la ley universal que dice: "el agua fluye y no hay nada que pueda detener su avance".

Por eso os decía ayer aquello sobre el poder del agua, de ese líquido que somos nosotros, que forma nuestro ser, de ese 70% de agua pura que nos protege de las injusticias, de los ataques ajenos, del desamor, del abandono, de daño que nos han inflingido voluntariamente, de tantas cosas que no sabríamos que hacer sin ese escudo tan perfecto.

Esta mañana un buen amigo mío me comentaba su fin de semana en la barra de un bar mientras sorbíamos el cortado hirviendo. Sonreía de una manera especial mientras me lo contaba. Quizás él no sea consciente, pero en cada una de las palabras que salían expulsadas para que mis oídos pudieran procesarlas, el tono, y la inflexión de su voz era distinta; sin hablar de sus ojos que brillaban de una manera distinta.

“¿La ha olvidado ya?” he pensado. Por su cabeza hacía un tiempo que le rondaba el fantasma de un pasado reciente, de una chica que no quiso ver en él lo mejor que había en este mundo y lo dejó perder. Siempre he pensado en lo estúpidas y desgraciadas que son las personas que hacen esto, que no se dan cuenta de lo que tiene delante hasta que lo pierden. Pero me alegro por mi amigo, hoy lo he notado. He notado que ya no la tiene en la cabeza, al menos del mismo modo que antes. Estaba constipado pero alegre, ilusionado, animado, y vuelve a estar al pie del cañón más que nunca. Siempre le digo que es un crack y un maestro para mí en ciertos temas, y se ríe a carcajada limpia cuando se lo digo. Algún día seguiré los pasos que me marca, y con sus consejos, conseguir algo que de momento no me interesa, pero que quizás en breve si quiera tenerlo.

Supongo que el viaje que tiene planeado hacer para este verano será el cambio definitivo para abordar la etapa más madura de su vida, y pasar a otro estadio del alma, de su ser, de crecer emocionalmente y descubrirse más si cabe a su yo interno. Y seguro que lo hablaremos durante semanas con la compañía de una buena pinta de Guiness y nos reiremos de los últimos meses y de las personas que se nos hayan cruzado, de la mujeres que hemos conocido, de las peleas para ver quién se quedaba con la rubia o con la morena, y luego ni nos acercábamos a decirles nada. O de las veces que si ha habido suerte y nos hemos despedido antes de lo previsto para irnos a casa con otra compañía.

Quizás tengamos razón los dos cuando decimos que hay cosas que sólo pueden ocurrir una vez en la vida, y que a veces no quieres ni recordarlas ni que vuelvan a repetirse, pero otras veces, esa vez aún esta por llegar, y sentados en un portal de cualquier calle, esperemos que ese día llegue sin que nos coja desprevenidos o mirando al cielo en ese instante. Es sólo una vez, pero menuda vez será. De momento me quedaré con esa sonrisa de oreja a oreja que tenía mi amigo esta mañana cuando me explicaba su fin de semana tan movido y se la recordaré de vez en cuando para prepararlo para esa vez en la vida que…



FOR ONCE IN MY LIFE
Frank Sinatra

jueves, 8 de febrero de 2007

LA CONCIENCIA DEL AGUA



Recientemente, el investigador japonés Massaru Emoto ha divulgado sus asombrosas investigaciones sobre la conciencia del agua en El mensaje del agua, publicado por la editorial Liebre de Marzo.

El Dr. Massaru Emoto, comenzó a investigar las moléculas del agua a raíz de unos estudios sobre resonancia magnética realizados en Estados Unidos. Conocedor de las maravillosas formas en las que cristalizan los copos de nieve, se le ocurrió traspasar esta idea a las gotas de agua, congelando las distintas aguas y tomando fotografías de los cristales.

Ayudado de un avanzado microscopio electrónico con cámara incorporada, Emoto fotografió diferentes aguas de su país, Japón, y de otros lugares. Tomó instantáneas de moléculas de aguas procedentes del manantial de Sanbuichi Yusui y de Saijo, del manantial de Lourdes y del Ártico. En todas estas aguas puras, los cristales formados por las moléculas de agua tenían una belleza inconmensurable, siempre partiendo de la forma del hexágono. Seguidamente, el investigador experimentó con las sucias aguas del lago Biwake y del río Yodo, en la ciudad de Osaka. Las imágenes tomadas de los cristales procedentes de esas gotas de agua reflejaban una fealdad y falta de armonía considerables. Después, tomó instantáneas de las contaminadas aguas del dique de Fujiwara tras la oración de un monje sintoísta. Las diferencias entre las fotografías tomadas antes y después son tan espectaculares que muchos consideran que se trata de una prueba científica del poder de la oración. Los mismos átomos se habían reorganizado de manera diferente, armoniosa, después de recibir esa energía espiritual. Entonces, decidió dar un salto más allá.

Emoto probó a poner música de Bach, de Beethoven, un sutra tibetano y música tradicional japonesa, y obtuvo unos cristales armoniosos; mientras que al poner heavy metal por ejemplo el resultado fue una completa desestructuración. El paso siguiente consistió en escribir palabras bonitas sobre cartón en las mismas aguas. “Amor y aprecio”, “gracias” y “Madre Teresa” provocaron cambios positivos en los cristales de una misma agua, mientras que “te odio y te mataré” y “Adolf Hitler” hicieron que las moléculas del agua congelada “emitieran” mensajes inarmónicos.

En el origen de estas investigaciones está, una vez más, la evidencia de que el 70% de nuestro cuerpo y el de nuestro planeta tienen el mismo componente: H2O. Los seguidores de estas investigaciones siguen la máxima hermética “como es adentro, es afuera”, lo que en términos científicos sería la equivalencia entre lo micro y lo macro.

El agua no sólo es el vaso comunicante de la información entre nuestras células sino que, como demuestran las investigaciones del Dr. Emoto, tiene una memoria, por tanto, una conciencia, y reacciona a las emociones y las vibraciones. La equivalencia humana podría ser que una experiencia positiva recuerda hechos alegres y un momento depresivo trae a la cabeza más tristeza, retroalimentando la frustración. Las modernas teorías cuánticas apoyan estas aseveraciones al demostrar que el 99% de la información molecular es luz (o vibración). Los grupos de la nueva era han obtenido de este concepto respaldo científico para realizar tareas de curación utilizando la oración y la música.

La ciencia cuántica ha dado la razón al poder creador del pensamiento. El experimento de los “dos agujeros” con las partículas más pequeñas de energía –fotones, protones y electrones– demostró cómo éstas actuaban de manera diferente en función de las expectativas del investigador. Ese experimento ha puesto de manifiesto que una partícula puede existir en dos dimensiones al mismo tiempo, dando lugar a la teoría de los universos paralelos o la posibilidad de que existan varias realidades al mismo tiempo.

Tomando como punto de partida estas investigaciones, diversos grupos y personas llevan un tiempo tratando de regenerar las aguas a través del pensamiento consciente.
El empresario indio Amin Daya, residente en Granada y dedicado a la instalación de plantas depuradoras, es un convencido del poder sanador de la mente. Lleva a cabo labores de purificación del agua desde hace cuantos años. Amin realiza tareas de este tipo con el agua diamantina que afirma tener la capacidad de crear. Esta agua no sólo regenera las aguas de ríos y mares contaminados sino también la salud de los seres humanos, sobre la base de la ecuación micro-macro referida antes.
Hace dos veranos, un grupo perteneciente a la Red Ibérica de la Luz se acercó hasta Muxía, en la Costa de la Muerte, tras realizar el Camino de Santiago, para realizar una tarea de sanación. Durante diez días estuvieron allí mandando energía positiva y vibraciones a estas devastadas aguas del Cantábrico. Dicen que, en los momentos en los que se realizaban esas prácticas, se veía saltar a los delfines por los alrededores de la playa.



¿Por qué os cuento esto?, os estaréis preguntando, la respuesta no es sencilla, quizás obedezca al hecho que últimamente he estado algo distinto, en lo referente a las cosas de mi alma, de mi personalidad, seguramente necesitaba purgarme, volver a recuperar aquello que me hacía feliz, y continuar con mi lucha vital, escuchando música que me llene de paz los momentos de silencio. Siento, para aquellos/as que habéis estado a mi lado, no haberos dado lo mejor de mi estas semanas.



IN MY DEFENCEFreddie Mercury