miércoles, 22 de noviembre de 2006

AQUELLO QUE NUNCA DECÍMOS

A menudo nos cruzamos con personas que nos gustaría haber conocido mucho antes, de un modo mejor, y que esperas que ese adiós dicho entre dientes, atropelladamente, nervioso porque no es algo que quieras que ocurra, no sea realmente un adiós sino un hasta luego, nos vemos pronto. Eso me ocurre con un compañero de trabajo, del cual acabo de leer su mail de despedida. Me alegro, quizás más de lo que pueda creer, y me entristece, quizás más de lo que pueda pensar. No soy el único, lo sé, soy consciente de ello. Al menos no lloraré su despedida solo, estaré acompañado. Pero como muy bien se definía él mismo, a veces, los dinosaurios calan tan hondo que miles de años después aún se les recuerda, y te hubiera gustado poder compartir su entorno vital con el tuyo.

Para algunos no será una despedida, será la alegría de ver como alguien bueno va consiguiendo aquello que se merece, y la realización de sus sueños; comprender que hemos tenido la suerte de poderlo ver y compartir con él, estar a su lado en silencio, esperando, oyendo simplemente la respiración mientras observamos el cielo repleto de nubes y la gente pasando de un lado para otro, llevando sus historias personales consigo.

Poder hablar con alguien sin el temor de ser juzgado, sin enfados, sólo los necesarios propios de nuestra raza humana, una genética que mal nos pese debemos de ir aceptando con los años, de esa herencia cultural que nos hace ser cada día más egoístas, no tiene precio, no puede ser medido. Y poder ser uno mismo, es ser afortunado/a por conocer a esa persona, por compartir tus momentos buenos y los malos.

Le echaremos de menos en esas ocho horas laborales al día, con su sonrisa, sus bromas, su sentido del humor, su timidez, su humildad; pero nos llevamos su respeto, su corazón, sus palabras, y su tiempo, ese tiempo que ha dedicado con nosotros a lo largo de estos años sin pedir nada a cambio. Tiene nuestra admiración, y sabe que cuando lo necesite sólo será necesario un mail, una llamada, una visita, para retomar lo que se ha dejado congelado, sin tocar, para cuando quiera hablar, o compañía, para que nos cuente sus aventuras futuras, para que nos haga mejores personas.

Siempre tendemos a guardarnos palabras, como si nos cobrasen por frase dicha. No fomentamos ese lenguaje que nos hace diferentes, no nos sabemos hacer entender, quizás porqué ya cuesta lo suyo entenderse a uno mismo como para poder definir sensaciones, situaciones, pero para eso se escriben libros, para encontrar entre sus miles de páginas, sus millones de palabras aquello que nos falta para ser más llenos, comprender mejor nuestro entorno y por consecuencia nuestra propia vida. Leer lo vemos como una obligación o bien un esfuerzo con unos frutos que no sabemos como medir, como cuantificar sus resultados.

Leer, unir palabras en frases, no significa comprender lo leído. No nos asegura que sepamos dilucidar entre esos pensamientos de un autor, aquello que ha querido contarnos, aquella historia que puede servirnos para encontrar la llave de la prisión en la que a veces nos hemos auto encerrado. Y si conseguimos salir, seremos libres, pero a la vez nos hará más vulnerables, nuestra coraza de estupidez humana se ha destruido, y hemos sido despojados de las veleidades de la sociedad actual, para sumirnos en un bosque complejo, a veces oscuro y hostil, pero cuando el viento sopla a media tarde, y el sol se esconde cambiando los colores, no debemos tener miedo a lo desconocido, ya que sólo aquel o aquella que persista en su intento de mantenerse en pie, podrá ver de nuevo como sale el sol por la mañana.

Te echaremos de menos Gabi. Las cenas, y los almuerzos o los cigarrillos ya no tendrán el mismo sabor. Y los días al principio nos parecerán más amargos, pero nos tendremos a nosotros/as para endulzar recordando aquellas risas que habíamos soltado por alguna tontería que en ese instante nos volvió a ser niños pequeños. La llaves están para abrir puertas, para ser llevadas siempre encima. Utilízalas siempre que las necesites, que nuestra puerta se abrirá para darte de nuevo los buenos días.

Love Will Keep Us Alive -- Paul Carrack

lunes, 20 de noviembre de 2006

LUNES DE SOL, Y EL PATIO REVUELTO

He llegado un poco antes de lo previsto al trabajo, y mientras me disponía a subir me he parado en el bar de al lado para hacer un café y de paso leer gratis el diario. Es lo que tienen la porquería de sueldos que hay en la actualidad, que no llegan ni para poder comprarte el diario cada día (un maldito Euro cuesta el intentar estar al día en la prensa escrita, pero que a final de mes se traduce en poder pagar o no la factura del agua, es así de sencillo, pragmático, y asquerosamente real). En fin, me vienen tiempos mejores, o al menos eso me auguran las estrellas y mí sentido arácnido.

Me encontraba sentado sorbiendo pequeñas cantidades de ese fantástico licor negro que despeja y que tanto tomamos los muy cafeteros cada día, y me he detenido en un pequeño artículo de la sección económica: “Bruselas debate la reforma del mercado común del plátano”. Caramba, no pensaba que el plátano fuera tan importante (evitando el chiste malo y sexista de que quizás para las mujeres lo sea). El artículo decía que Bruselas planteó una ayuda total de 278 millones de Euros. De esa cifra, la mitad era para España, que es el primer productor de plátanos de la UE aportando 400.000 toneladas de un total global de 750.000. Lo sé, me ha pasado lo mismo que a vosotros y me he quedado con la boca que podía haber interpretado la Mascara 3 a la perfección.

Vaya, ahora entiendo dónde se van mis impuestos, y mi poder adquisitivo, en el plátano. Un plátano que no compro por dos motivos, uno engorda que ni os lo imagináis, y dos, lo que cuestan en cualquier frutería (o al menos los que de verdad tienen gusto a plátano) me da para comer cada día pescado tres días que encima es más sano si cabe.

Dónde irá el presupuesto en vivienda, en energías renovables, en consumo de agua potable, en ayudas a las pensiones de la gente mayor, en educación, en tantas y tantas cosas que la lista es demasiado larga para reproducir sin cansar al personal. Es así de crudo y real, se lo gastan en plátanos y a saber con que más.

Que le vamos a hacer, nos tendremos que ir al final todos a vivir a Canadá, que por lo visto no hay asesinatos, la gente vive en armonía, con la puerta de sus casa abiertas, con la realista y concienzuda opinión que tienen al respecto, que ante nuestros asombrados ojos de cómo es posible que las casa estén abiertas, dicen que para que cerrarlas, si quién quiera entrar para robar o a hacerte daño lo hará de todos modos y encima en caso que no estés en casa y te roben, a parte de lo que se puedan llevar, has de gastarte más pasta en reponer y arreglar los destrozos ocasionados al intentar entrar el ladronzuelo en tu casa. Caramba, no son listos ni nada estos Canadienses. La gente resuelve sus diferencias vecinales o de otra índole, dialogando, hablando, intentando llegar a un consenso de mutuo acuerdo. Cada vez que lo pienso más, tengo más ganas de hacer las maletas y largarme, que encima tienen un país precioso, tranquilo y lleno de amaneceres soleados y llenos de esperanza.

Me estoy apartando del tema. Lo siento. Mi mente a veces se desperdiga por terrenos insondables de paisajes bucólicos, dragones, mazmorras y Elfos. Me siento más cercano a la Tierra Media de Tolkien que a mi tierra natal, que le vamos a hacer, creo que nada, no es algo que se pueda superar fácilmente.

A lo que iba. Sigo leyendo el diario, y la taza casi ya no contiene café. Miro el reloj, voy bien de tiempo. Intento concentrarme, pero las risas de la camarera se me meten en el cerebro como si fuera esquizofrénico, y oigo una voz que me dice: “estrangúlala…, apaga esa odiosa risa…, salva al resto de gente del local de aguantar esto…”. Me freno y doy gracias al cielo de no tener el chip psicópata instalado en el cerebro, u otro gallo cantaría. Me intento concentrar de nuevo y voy girando las páginas leyendo sólo titulares. Más de lo mismo, lo de cada lunes, la liga de fútbol 12 páginas (y eso que no es prensa deportiva), y política del país lo mismo de siempre, el circo de tres pistas montado y listo para inaugurar la semana con nuevos espectáculos circenses.

Pero por fin llego a una de las noticias más suculentas: el primer beso en la pantalla del mago Harry Potter. Es normal me digo, al chaval ya le deben de picar algo más que las hormonas, y aunque sea el mejor mago, por las mañanas tendrá erecciones, mirará los pechos de las chicas mientras dice a su amigo del alma que ojos más preciosos tiene esa chica y se encerrará en el lavabo con el magazine de magia local que abulta más de la cuenta y que lleva el suplemento de la revista Private entre sus hojas.

Es que el chico, el actor mejor dicho que encarna al personaje, ya tiene 17 años. Pues sólo nos queda esperar hasta este verano que se estrenará la nueva entrega de la saga La Orden del Fénix, y que ha necesitado que este famoso beso se consiguiera rodar después de 24 tomas (en cine es mucho, os lo aseguro) haya valido tanta espera. Menudo beso pienso, mientras me imagino a Potter metiendo la lengua a su novia en el film (una chica de rasgos orientales, llámale tonto) mientras se le levanta la varita al grito de flipendo!!!.

La Sra. Rowling debe de estar pensando cuando podrá el mago mojar el churro, intercambiar algo más que fluidos salivares, y conseguir que su primera vez sea realmente mágica. Sé que ahora tocaría un tirón de orejas a mi persona por esta última frase que suena a chiste barato y mal elaborado, y es cierto pero es Lunes el sol entra por la ventana y lleva rato dándome en la cabeza. Y para ponerle una mayor guinda al pastel, es una semana de sorpresas. Así que Sra. Rowling no alargue más el tema y ponga esto en su siguiente libro y tan amigos, se ahorrará tiempo: “Harry notó un cosquilleo mientras estaba dentro, escondido por la invisibilidad que le otorgaba su manta mágica, y empezó a tener una erección de caballo, necesitaba desahogar su furia juvenil, y con malas artes utilizó sus poderes para engatusar a la pobre novata que había entrado en Hogwarts. De nombre Erika, la cual escondía algo más que la fogosidad germana de antaño, y utilizó su lengua como la hélice de un turmix, dejando al pobre Potter en el suelo, desmayado por un KO técnico inigualable. Cuando se despertó el joven Harry, estaba tumbado en una cama, con la espalda arañada, dos chupetones en el cuello, y atado a la cama desnudo con un slip de cuero. Ella, estaba a su lado fumando un cigarrillo, diciendo que no los había pegado mejores, los polvos claro, y que hacía honor a su fama con la varita.

¡Finate encantatum!


RHYTHM IS LOVE – Keziah Jones

viernes, 17 de noviembre de 2006

BAILANDO EN LA LUNA


Hace unos meses que estoy embarcado en distintas cosas, unas de un futuro laboral mucho más bueno, otras personales, a nivel sentimental. Estoy embriagado de momentos frenéticos, mágicos, por ambas cosas, y no puedo hacer otra cosa que sonreír sin parar y sin poder evitarlo. Me siento como un astronauta que tiene la oportunidad de viajar a la Luna y pasarse unos días paseando tranquilo por su superficie, pensar y disfrutar de las magníficas vistas. Sentarse en una roca lunar y mirar a la Tierra de lejos, pensando que deben estar haciendo en ese instante los millones de personas que la habitan.

Es divertida esta situación, no pensaba que en tan poco tiempo me sentiría de este modo. He visto un mundo diferente, una existencia distinta. Quizás sea por haber viajado al espacio y ver la Tierra desde otra perspectiva distinta. No es un sueño, no se trata de una ilusión, ni tampoco un delirio o momento de locura. Es real. Se puede palpar, se puede analizar, se puede ver. Y eso me gusta. Me faltan cosas, lo sé, soy consciente de ello, pero todo llega, no tengo prisas, si algo tengo es paciencia, y por suerte eso no me quita el sueño.

Me faltan cosas y hay cosas que tenía antes que me gustaban mucho, pero las pierdes a veces sin saber el motivo exacto. No puedes tenerlo todo, ni retener aquello que no quiere ser retenido. Nuestro camino sigue hacía delante. Hacer círculos, volver hacia atrás, sólo entorpece nuestro avance natural, nuestra inercia a continuar pese a todo. Aprendemos de nuevo a no darnos por vencidos, a no hundirnos. Esa parte ya no será nunca la misma, y ese pedazo de tu existencia no se te es devuelta; has de empezar a vivir con ello, a olvidarlo, a no recordar aquello por lo que un día sufriste tanto, aquello por lo que lloraste hasta pensar que no te quedaban más lágrimas y la sensación de ahogo era insoportable. Superarlo, no hay más, seguir con tu vida con la mejor de las sonrisas en el rostro. Hay gente que seguro, por desgracia, esta peor que tú.

El agua nos limpia, nos purifica, nos quita aquello que tenemos delante de los ojos y que no nos permite ver nada para seguir caminando, para devolver el color, y los colores a nuestra vida. Y lo mejor en estos caos es olvidar, es guardar toda esa información de sentimientos, situaciones, risas, palabras, y encajarlas dentro de cajas de cartón para guardarlas en el sótano de la memoria, por si alguna vez has de consultar algo, sólo a modo de repaso, no para poder sentir o experimentar lo mismo, eso es imposible, porque inevitablemente tu ya no eres el mismo. Pero no importa ese es el destino, y ha de ser aceptado, comprendido y asumido. Tu felicidad futura dependerá de la posición que quieras adoptar ante estas situaciones.

Nos pasamos a veces más tiempo con cara de palo, frunciendo el ceño, malhumorados, amargados, intranquilos, asqueados, que por ejemplo riendo, siendo amables con la gente, cuidando aquello que nos gusta hacer para pasar un rato agradable; y entonces olvidamos volver a leer aquello que nos gustaba, sentarse con un café a escuchar música con los pies encima de la mesita del comedor, sorbiendo pequeños sorbos de café, ponerse una película y llorar desconsoladamente sin miedo al que pensarán, riendo a carcajada limpia. Lo olvidamos. No lo mantenemos, sabiendo que hace tiempo eran cosas que hacían que nos lo pasásemos bien, que nos relajaba, que pertenecían a esos hobbies que siempre pensábamos mantendríamos de mayores pero que perdemos a lo largo de los años por darle demasiada importancia a ciertas cosas cuando en realidad si nos paramos a pensarlo no la tienen.

De momento seguiré pensando cuando volveré a bailar encima de la Luna.


Dancing In The Moonlight -- Thin Lizzy

jueves, 16 de noviembre de 2006

LÁGRIMAS PERDIDAS

A menudo queremos volver a ser pequeños. Para regresar a nuestra infancia, dónde sólo nos preocupaba si la bicicleta se nos había quedado anticuada, o si el vecino mayor de enfrente nos quería pegar porqué jugabas con su hermana y te tenía una manía injustificada a tu entender. Pero claro, sólo tienes 9 años, y todo te parece demasiado complejo y complicado. Cosas de mayores piensas a menudo. En cambio deseas crecer de un modo muy rápido, y lo que son dos años para ti quieres que pasen en realidad doce, para así poder hacer las cosas que hacen los mayores.

Inocencia se le llama a eso. Algo que perdemos a medida que cumplimos años, y la sustituimos por quebraderos de cabeza, problemas personales, o bien ajenos pero que el daño colateral se encarga de recordarlos, y que repercutan indirectamente en nuestro paseo por este planeta, por esta vida que a veces no nos pertenece, o al menos es lo que nos han enseñado a creer.

Controlar todo cuanto nos ocurre, pensamos, o actuamos es imposible, aunque nuestro umbral de inteligencia sea superior a la media. Sencillamente no es posible, nunca puedes controlar aquello que no sabes el motivo, aquello que no sabes que ocurrirá, ni de que modo actuarás en ciertas situaciones. Puedes entrenar para ello, leer a grandes autores universales para ver si encontramos pistas y conocernos mejor, puedes pasarte horas meditando una solución a un conflicto interno o externo. Pero seguirás sin hacer lo más importante, que no es más que ver y entender las señales que van apareciendo.

Ahí está la clave de todo ello. Nunca lo hacemos, simplemente nos precipitamos, no escuchamos, no vemos, no estamos al día de nuestros pensamientos más escondidos, no le hacemos caso a nuestro verdadero ser. Traspasamos esa responsabilidad al músculo que no está preparado para hacerlo: El Cerebro. Pero el cerebro no deja de ser un almacén y una fábrica a la vez, y como cualquier empresa necesita trabajadores, tener un stock, papeles que archivar, empleados que escuchar. Y por lo tanto se ha de mimar, de cultivar, de potenciar, pero para estar preparados y cuando llegue la ocasión utilizarlo como soporte no que decida por completo o corremos el enorme riesgo de equivocarnos.

Crecer, vivir día a día es complejo, es a veces incluso triste, o carente de sentido. Y nos equivocamos si pensamos esto. Nunca seremos personas libres de espíritu (de lo otro es una utopía mientras exista el dinero, los políticos y este tipo de poder, los hombres no son capaces de gestionar correctamente tanta responsabilidad sin perderse por el camino, sus ansias de poder les consume). Al menos en nuestro espacio interior, en nuestro cuerpo, en esa prisión del alma, deberíamos de ser libres. De no cuestionarnos nuestras propias decisiones, y si nos equivocamos aprendemos de ello, y si caemos nos volvemos a levantar, pero rendirnos o tirar la toalla es algo que no debería ni tan siquiera existir un nombre o concepto que lo definiese.

No deberíamos llorar por aquello que no tenemos, sólo por lo que hemos perdido, por lo que se nos ha escapado, por lo que no hemos sabido aprovechar, y deberíamos de llorar más a menudo de alegría por lo que sí tenemos, por quienes somos, por quién nos tiene en cuenta en sus vidas, por quién en realidad nos ama, por estar vivos y ser conscientes de ello.

If I Could Be Where You Are -- Enya

miércoles, 15 de noviembre de 2006

EL CIELO QUE SE OSCURECE

La noche se acerca. Antes que empiece a desaparecer el sol detrás de cualquier montaña. En eso no hay mentiras, no hay engaños, no hay dobles intenciones, ni tampoco un mensaje subliminal oculto entre los artículos o proposiciones de unas frases escogidas al vuelo entre un párrafo en concreto.

En esa oscuridad relativa se puede dilucidar el instante perfecto para ver la silueta de quienes mienten. Ver el rostro de quién nos traicionará, o si tenemos buena fortuna, ver aparecer quién nos salvará del caos más absoluto a la que está avocada nuestra alma. La soledad es un plato difícil de digerir, que no pedimos nunca en el restaurante de la vida, y dónde abundan tantos platos exóticos. Tenemos el firme convencimiento, erróneo la mayoría de veces, que si ese sitio está bien iluminado o es de día, veremos mejor el plato que se nos presenta, y podremos ver si dentro hay un pelo, un insecto o sencillamente está demasiado curdo o demasiado hecho. No es cierto, nuestro cerebro filtra lo que vemos, dando el sentido que queramos, justificando que si está muy crudo es igual porque tiene buena pinta, o porque la comida exótica no se le han de hacer ascos.

Con las personas ocurre lo mismo, a veces, incluso a menudo si no andamos con extremo cuidado, se nos presentan de un modo, para luego mientras te dispones a probar el primer trozo te das cuenta que eso no te lo vas a comer ni que pasases verdadera hambre, y te intentas justificar diciendo que en ese momento has comido con la vista, y que la gula ha podido contigo; que no pasa nada que es bueno probar cosas nuevas, y que así se aprende. Curiosa justificación, curiosa excusa para enmascarar la más absoluta estupidez humana. A nadie le gusta que escoja un plato y le salga amargo, que mire de luchar por unos postres y se hayan acabado en sus narices. A nadie le gusta la falta de sinceridad. Nadie quiere ser mentido/a. Pero a menudo ocurre, y eso llega a suceder es mejor dejar el barco que siga río abajo, siga el curso hacia el mar y se pierda en su horizonte.

No nos damos cuenta que andar, pasear, y hacer el camino con tranquilidad y paso firme es mejor que llegar antes y aburrirse, o decepcionarse, porque nunca puedes remontar el río. No somos truchas para realizarlo como algo innato. Solemos pensar erróneamente una frase que como no dejemos de usarla seremos infelices el resto de nuestra vida: “¿qué hubiera pasado sí…..?”, “¿y si escojo esto….?”, “¿acertaré?”.

Escoger es difícil, equivocarse también, pero igual de complicado aunque pensemos que es peor; a largo plazo lo agradeceremos. Nadie ha dicho nos ha dicho nunca que hacerse mayor fuera un camino de rosas. De pequeños solemos desear crecer, ser mayores para hacer las cosas de los mayores, pero claro, lo vemos desde nuestros ojitos de niños, y eso quiere decir, ver el mundo bonito, enorme, verde, pacífico, dulce, y muchos más adjetivos, pero la inocencia se nos es robada a medida que crecemos, nuestra concepción de las cosas y del mundo entran en una profunda crisis existencial. Y sólo nos queda llorar. O al menos eso hace mucha gente. Otros escogen aprender, y seguir adelante, superarse, demostrarse que son únicos/as, que alguien ha perdido más que nosotros/as dejando que no sigamos el mismo camino.

Una amiga, a la que quiero más de lo que suelo decirle a veces, me hizo una pregunta por la que no conseguía encontrar una respuesta válida, y me pidió si era capaz de explicarle algo que pudiera ayudarla, para que su corazón no siguiera tan confundido. Espero que esto que he escrito pensando en ti haya podido responder a tu pregunta. El cielo nunca se oscurece tanto como para no poder ver, el cielo no pone barricadas.


The Barricades of Heaven -- Jackson Browne

¿MILEURISTA?, SÍ DÍGAME…

Plufff…!!! Ese es el ruido que hizo el sueño que estaba teniendo Owen esa noche. Se despertó pensando que quizás había tenido una pesadilla. Salió para fuera a coger el diario del suelo cerca del árbol que era su actual residencia, comprada con el sudor de la recolección de bellotas en una fábrica dónde prostituía su físico y sus neuronas, y se dirigió hacia el sofá roñoso del salón para tomarse el café y leer las noticias del día, antes de irse a trabajar por un mísero sueldo.
Abrió la página de noticias locales del bosque, y se detuvo en el primer titular, impreso en tinta roja: “Jóvenes de Avalot-UGT crean un comando que graba entrevistas en empresas con teléfonos móviles para denunciar sus abusos”.

Owen siguió leyendo el artículo con los ojos bien abiertos y riendo de vez en cuando asentando con la cabeza, haciendo esas caras típicas del que sabe que es cierto porque lo ha vivido y le gusta leerlo para ver si eso puede por fin cambiar las cosas:


“Se hacen llamar Comando Precario y en su foto de presentación aparecen con pasamontañas y los pantalones bajados. Sus víctimas han sido, por ahora, tres empresas que han tomado como símbolos de la precariedad y los fraudes que sufren los jóvenes. Armados con un teléfono móvil, se han convertido en espías caseros que han grabado las entrevistas de trabajo en las que las empresas ofrecen un empleo en negro o discriminan a los candidatos gordos, bajos, etc… y, posteriormente, las han colgado en Internet con un fuerte éxito en Youtube. Su iniciativa ha despertado a una verdadera tropa de trabajadores quemados. Y en una semana y sin apenas promoción, los tres vídeos han sido descargados casi 7.000 veces desde la página de Youtube. A su vez han creado el blog Recursos humanos confidencial con la url: http://rrhh-confidencial.blogspot.com/ dónde se pueden descargar estos videos directamente.

El vídeo con más audiencia es el de una entrevista de trabajo para cubrir una plaza de reponedor en un supermercado. "Un nuevo ejemplo de trabajo perfecto. 740 euros por currar en un súper de 9 a 14 y de 17 a 21h de Lunes a Sábado. Y a ver si con eso se puede paga un alquiler, pagar luz, agua, gas y algo para comer si te sobra. Ah y vive de noche, como un vampiro porque no puedes salir ni hacer nada a nivel de ocio. Una maravilla de futuro vaya", afirma el Comando Precario.

En el vídeo, el entrevistador propone al joven que trabaje dos días de prueba antes de hacerle el contrato, y les advierte de que se suele acabar unos 15 minutos más tarde cada día, que se compensan con una jornada libre al año.
El segundo vídeo más visto es para cubrir una vacante en un bar nocturno. El entrevistador no tiene reparos en decir que no habrá contrato: "Lo que nos ahorramos en hacerte el contrato, la Seguridad Social, que no sabes exactamente para qué sirve y se te llevan la pasta, nos lo repartimos. Y esto va así, sin contrato y punto". Y el sueldo, variable sigue diciendo en el video: "Es un sector variable. No me puedo comprometer a pagarte lo mismo siempre. Si hacemos caja, pilláis. Si no, yo tengo problemas y el marketing y cobráis menos".

La tercera entrevista grabada de forma clandestina es una denuncia de la discriminación de mujeres por su aspecto. Se trata de una tienda de ropa de Barcelona, de una conocida cadena, que rechaza a una joven pese a que tiene experiencia como dependienta. "El perfil que nos ofreces no es el que estamos buscando. No solo nos interesa la experiencia, sino también la imagen que dan nuestros trabajadores. Me sabe mal, pero no acabas de cumplir con la imagen que queremos dar", dice la entrevistadora a la candidata del Comando Precario. La tienda, situada en el paseo de Gràcia de Barcelona, busca "una chica joven que pueda llevar la ropa de la marca, no solo que sepa vender". "Queremos que las dependientas sepan lucir la ropa y que la clientela se sienta incentivada a comprar a través de ellas". Con esta premisa, las chicas con más de una talla 40 o 42 quedarán excluidas.


Owen se dio cuenta que le pasaba lo mismo en su fábrica, y se dispuso de una manera muy firme a coger su móvil, atárselo con cinta de pintor alrededor del pecho y dejarse un botón de la camisa ligeramente abierto para que no se notase que apretaba el botón REC de la mini cámara. Se lamió la mano para pasársela por el pelo y peinarse un poco, y cogió su bocadillo de atún con la pieza de fruta para el almuerzo en la fábrica. Cogió las llaves del recibidor y se fue a coger la bicicleta de su abuelo para irse al trabajo. Sabía que nunca tendría coche, su sueldo no llegaba para casi nada más, y la única posibilidad de poder reunir el dinero sin hacer nada delictivo era tener novia y vivir con ella, así entraban dos sueldos en casa y se pasaba de sobrevivir a vivir, que no era moco de pavo pensaba, pero era consciente que su atractivo físico era nulo para los cánones actuales, y su intelectualidad y sus buenas maneras no eran justamente valoradas por el resto de ardillas femeninas del bosque.

Se puso el ipod que se compró el verano pasado después de sacrificar sus vacaciones en algún lugar idílico cerca del mar, y empezó a escuchar el tema de Amparanoia titulado HACER DINERO. Mientras lo escuchaba y lo iba silbando, pensó que quizás algún día eso cambiaría y podría dejar ese árbol alquilado de reducidas proporciones para poder vivir en un lugar mejor, formar una familia, y no tener que recolectar bellotas para otros que se enriquecían de su sudor, de su buena fe sin dar nada a cambio.

Owen no sabía que ese día soñado estaba cada vez más cerca.

martes, 14 de noviembre de 2006

HAY ÁNGELES ENTRE NOSOTROS

Son las 01:30h am de la madrugada. Un susurro hace que abra los ojos, y oigo pronunciar mi nombre, de un modo suave, repetidas veces, cómo si quisiera que me despertase sin sobresaltos, de una forma plácida, tranquila. Hacía tiempo que no me pasaba. Que no experimentaba esto. No suelo contarlo. La gente no creo que lo entendiera, o simplemente tendría miedo por lo que les cuento. Duermo tranquilo, nunca paso miedo por que sí, sólo cuando he de tenerlo y cuando me ocurre no puedo dormir en días, mejor que tampoco os lo cuente. Siempre he pensado que si algo o alguien te quiere hacer el mal, ya te despertará, ¿para qué preocuparse entonces?; Si me voy a la cama por la noche es para descansar y regenerar las neuronas de mi cerebro, no para que me cueste dormir porqué tengo miedo.

Os preguntaréis porqué os cuento estas cosas. Es lógico, yo haría lo mismo. La respuesta es compleja, pero voy a intentar explicarme, si puedo, lo cual es complicado. Ayer oí hablar a mi ángel. No os diré quién es, alguien de vosotros/as podría conocer mi historia y saber de quién estoy hablando. No siempre tenemos al mismo ángel protegiéndonos, a lo largo de nuestra vida va cambiando, pero a veces no es así, y durante largo tiempo tenemos al mismo a nuestro lado. Para algunos es del género masculino, y para otros del género femenino, no hay distinciones, se asignan por distintos motivos y en su momento justo. Incluso en ocasiones hemos podido hablar realmente con ellos/as y no nos hemos percatado de quién es en realidad. Lo hacen para demostrar a veces sus teorías, para mostrarte esa señal que has de seguir, para que les hagas caso sin que te lo cuestiones, sino haciendo que se llegue a ese punto por nosotros/as mismos/as. ¿Idiota? Posiblemente, pero no carente de verdad.

Me levanté de la cama. Encendí la luz y me quedé mirando hacía la puerta de la habitación. Sólo había su sombra. Me incorporé y le seguí hasta el sofá del comedor. Me senté. Cerré los ojos unos segundos para poder escuchar mejor que decía. Y lo comprendí, comprendí que me quería contar. Me dirigí hacia el ordenador y me puse a escribir. Estuve una hora. No necesitaba más. Lo que escribí en unos meses lo veréis, os lo contaré, de momento no es posible, no es el instante preciso para contarlo. Y lo siento. Siento poner el caramelo en la boca para quitarlo quizás de una bofetada. Pero a veces las cosas son así, y no sirve de nada preguntarse el motivo exacto del porqué, sólo acatarlo.

Puede ser incluso que todo esto que os cuento sólo sea mi percepción personal de una situación, la interpretación libre de algo que es universal. Quizás no existan los ángeles y sea una proyección nuestra a la cual necesitamos acudir para explicarnos ciertas cosas, ciertos pensamientos internos que tenemos. Puede ser que los ángeles seamos simplemente nosotros/as mismos/as, pero que no nos escuchemos la mayoría de veces. Cualquier opción es válida y factible mientras el objetivo sea el mismo, y ese objetivo no es otro que el conocernos, aceptarnos, y mejorar nuestro entorno, lo que nos rodea y que tanto nos importa pero que no sabemos que hacer porque un terror extraño nos paraliza el cuerpo, y nos impide pensar fríamente la solución a nuestros problemas.

Ayer escribí algo que me sorprendió incluso a mi, pensé algo por lo que creía no estaba preparado, y actuaré como debería lo más seguro en un futuro no muy lejano. Y le doy la gracias a mi ángel por haberme despertado ayer, de madrugada, por hacer que todo tenga de nuevo un sentido, que esas señales que se muestran y que a veces parecemos haber perdido el rastro se vuelvan otra vez visibles, detectables, analizables, y el objetivo final lo veamos con menos niebla que antes de ayer.
La gente, las personas, pierden a menudo su rumbo, creen haber perdido de igual forma aquello que les movía, ese viento que les soplaba levemente y les hacia ondular el cabello mientras notaban la brisa y el sol aparecía por el este, majestuoso, enorme, caliente, lleno de vida e ilusión. Pero de noche cuesta navegar, pero deberíamos saber que lo mejor de las noches es el descanso, la regeneración vital, el ver las cosas con otros ojos, mirando por el calidoscopio de la realidad, llenando visualmente los espacios vacíos de colores para poner nuestros sueños, nuestras esperanzas de un día poder vivir en paz.

Escuchad el tema del último trabajo de Mike Oldfield (Light + Shade) con el título de ANGELIQUE. Cerrad los ojos, respirad con suavidad, y pensad si de verdad hay algo de vuestra vida por lo que no vale la pena luchar, por lo que no sirve rendirse, por lo que no quieres perder sin morir defendiéndolo. Memorizadlo para no olvidarlo nunca, y cuando sintáis que todo pierde el sentido, y las lágrimas os inundan las mejillas, no os dejéis abrumar, abrid las orejas y escuchad la voz de vuestro ángel que os guía. Saldréis de la oscuridad que os aterra e invade el alma.

lunes, 13 de noviembre de 2006

GRACIAS, QUE NO ES POCO

Un fin de semana atípico, extraño, divertido, entrañable, lleno de sorpresas y de lo que aprendí unas cuantas cosas más que podía intuir pero no tenía confirmadas. Sólo decirle a mi hermano de sangre Kike que gracias por el juego, lo empecé a disfrutar como te dije ayer pero lo voy a hacer aún más. Gran regalo, el único, y eso lo hace aún más especial sin duda. Acertaste de lleno, diana, y siempre que juegue lo asociaré al instante que me lo diste en la cena. Una cena de la cual me divertí mucho con toda la gente, con esos enormes tubos de cerveza, con el local dónde fuimos, y el temazo de los KISS que cantaste hasta la saciedad, del tema de W.A.S.P. que entonamos juntos, y de la charla a pie hasta que salió el sol en compañía de los otros.

Un gran fin de semana. Lo necesitaba. Lo deseaba. Y se me concedió. Gracias por el viernes también. Por el día entero de mi cumpleaños. Por la tarde que también pasé tomando un café con Sergio y Ana. Por los ojos de Ana cuando miran y cuentan las cosas, por esa sonrisa que hace que se me pasen todos los males que pueda tener en la cabeza y en el corazón. Porque a tu lado soy mejor persona si cabe, y me haces no dejar de serlo nunca. De cuando me pides consejos compartiendo tu vida conmigo, tu intimidad sentimental, la cual no guardas celosa y la compartes, me la muestras, sabiendo que nunca te voy a traicionar, a dejarte abandonada, a ayudarte a luchar, para conseguir lo que te mereces y te ganas día a día. Mereces la Luna, y todo lo bueno que hay en este mundo se te concederá aunque ahora pienses lo contrario. Es cuestión de tiempo, no lo dudes, y estaré ahí para verlo, aunque no me veas, y me sentiré más que pagado cuando lo tengas y vea la sonrisa en tus labios. Mi trabajo en esta tierra como ángel habrá finalizado con éxito y deberé de regresar al cielo para ayudar a otras personas a encontrar su lugar en este mundo, un horizonte por el que luchar, un futuro que se abre de par en par. Me llevo más de ti de lo que quizás te pueda dar yo.

A Sergio por estar ahí, por la felicitación por mail tan original, por las conversaciones que tenemos, y espero estar también ahí cuando me de las buenas noticias que perturban tu corazón. Todo llega, sino es con una forma determinada de mujer será con otra, pero la vida tiene un buen regalo para ti esperando el día para que lo puedas abrir. El Sol siempre te acompañará, y no pienses nunca que tú camino es oscuro, porque no es cierto, sólo que de vez en cuando eres tú quién cierra los ojos. No lo hagas. Ábrelos, contempla, inspecciona y sobretodo disfruta del espectáculo que se abre siempre cada día ante nosotros. No hay lugar para la negación, no hay lugar para las barreras infranqueables, no hay lugar para el negativismo.

Me siento afortunado por ser como soy, por esa persona que ido haciendo poco a poco a través de los años, y espero que se me vea de este modo, que la gente que me rodea me recuerde de este modo, y los recuerdos sean los mejores posibles, y que haya contribuido activamente en su felicidad futura.

No voy a cambiar cómo soy, básicamente porque la gente pasados los 20 años no cambia aunque piensen que si lo hacen. El autoengaño es gratuito pero no lleva nada, y quizás si las personas supieran esto serían más felices y no putearían tanto al prójimo, algo que en etología se suele debatir, la esencia del ser humano y su tremenda complejidad. Os debo un artículo sobre la etología del ser humano. Lo sé, soy consciente de ello. Lo haré pronto. No lo dudéis.

En ocasiones, sentado en el sofá de mi casa, me siento solo, no puedo evitarlo, ni quiero, los sentimientos han de dejarse que salgan, que fluyan, o no seremos capaces de entenderlos, de apaciguarlos, de darles solución, si los escondemos, nos escondemos nosotros mismos, y se huye del problema real. Podemos viajar, hacer muchas cosas, pero el problema sigue estando ahí y nos espera paciente cuando volvemos para darnos su dosis. Pero aunque en ciertos momentos me sienta solo tengo la certeza que no lo estoy, hay alguien siempre conmigo, que piensa en mi, que me tiene presente, que no dejará que ese instante de soledad inevitable dure más de lo debido. Una llamada, una invitación, unas palabras, y todo vuelve a su normalidad. Se encauza solo, como un puzzle que se hace con paciencia pieza a pieza, desvelando el hermoso cuadro que vamos montando, y que orgullosos terminamos un buen día, recordando esos instantes difíciles que no encontramos la pieza para continuar pero que sabemos que está ahí, mezclada con las otras, esperando ser encontrada. Todo encaja a medida que avanzan los años, y se nos muestra el guión escrito con anterioridad a que nazcamos por nuestro destino. No huyáis, nos os quiere mal, pero debéis creer en él. Os ayudará a encontrar las soluciones, y estad alerta a las señales que va depositando como piezas de puzzle, repartidas a lo largo de nuestra existencia. Todo está escrito, antes de los tiempos, y no es un engaño, el engaño es no querer disfrutarlo, no querer ser buenas personas, no querer cambiar las cosas, no amar con toda nuestra alma, no querer vivir nuestra vida sino la de otros desconocidos.

Para hoy, para sentaros mientras leéis el artículo y estéis un rato mirando por el cristal de la ventana hacia la calle, y ver que en la gente que pasa hay personas por las que vale la pena luchar por un mundo mejor, escuchad el tema del trabajo Under My Skin de AVRIL LAVIGNE y la canción How Does It Feel. Luego mirad al cielo, y pensad que podéis hacer vosotros/as para que eso ocurra.

miércoles, 8 de noviembre de 2006

ME AND THE FARMER o la granja, el pollo y los extraterrestres

Caramba, pensaba que si ayer me iba temprano a la cama podría levantarme mejor hoy, pero visto como estoy me doy cuenta que no lo he conseguido. Sigo con una tontería encima que no hay manera humana de quitármela de encima. He soñado, y mucho, porque soy consciente de ello, pero no consigo acordarme de que con exactitud. No soy capaz por mucho que lo intente. Y claro está que cuando lo intentas tanto acabas por confundirte y recuerdas haber soñado algo que en realidad soñaste hace dos semanas. Si no es que te lo inventas, que también puede ser.

Ayer hablaba con mi mejor amiga mientras me tomaba un té chino con aroma de canela el cual estaba exquisito, mi amiga también claro, y su compañía aún mejor (espero si lee esto no se moleste y me deje los dientes tal y como los tengo, bien puestos y todos seguidos, no quiero tener la dentadura que parezca un piano). A lo que iba, le comenté que el domingo por la noche me puse una película en DVD del actor chino Jet Li, en concreto el film era Fearless (mirad de alquilarla en el videoclub –haya cada uno con su corazón pirata, la pata palo, el parche en el ojo, el loro y el eMule-). Está basada la película en una historia real de uno de los maestros en Wu Shu.

Hace algún tiempo escribí un artículo sobre filosofía Japonesa y el arte del Bushido, que obedecía a las lecturas que realizo del tema y que me apasiona cada vez más la cultura oriental (ya sea China, Japonesa, o Índia), el arte Zen, y la filosofía que hay detrás de las artes marciales. De esta búsqueda de saber que procuro mantener en constante evolución os puedo comentar para poneros en situación que el término chino para las artes marciales, es Wu Shu (Artes Guerreras). En 1928 esta denominación fue cambiando por Kuo Shu (Artes Nacionales). Y en 1951 volvió a denominarse Wu Shu de nuevo. En la Antigua China se exigían a los instructores ser Maestros en, por lo menos, treinta principios, antes de poder enseñar a sus alumnos. Hasta hace poco tiempo la enseñanza del verdadero Kung-Fu, era impartida por los chinos únicamente, dentro de los círculos esotéricos, políticos, familiares o sectas secretas; los blancos no podían entrar en estas asociaciones. De ahí a lo visto en Matrix han pasado en realidad pocos años aunque algunos piensen lo contrario.

Si podéis os recomiendo el visionado de esta película que os comentaba de Jet Li y entenderéis porque hoy os he soltado este rollo. Pero aunque tenga últimamente muy arraigada esa filosofía oriental de tranquilidad, serenidad y búsqueda del saber, sigo por desgracia teniendo un día tonto (a falta de una palabra mejor que defina esta engorrosa situación personal). Os puedo asegurar que aparte de mi ingestión ocasional de Cardhu, el resto de días realizo una combinación de líquidos sanos. A saber: Agua mineral, café, y de vez en cuando un buen té. Y los días que quedo con alguien después del trabajo o tomo una tónica o una cerveza (depende de la compañía). Así que la excusa, es que voy medio mamado, o me meto en el cuerpo sustancias ilegales, no cuela, como mucho aspiro grandes bocanadas de vida, eso que la gente no sabe que hay a patadas por ahí.

El día de hoy es tan tonto, que no hace mucho, he hecho un descanso con esta amiga y me he puesto a hablar con ella, pero tb con el perro del quiosquero de delante del trabajo. Una monada de perro la verdad, pero muy callado. No ha respondido a nada de lo que le preguntaba y sólo quería hacerme lametones en la cara. Luego, mientras seguíamos hablando han pasado por delante nuestro una pareja de unos 50 años que os juro por lo más sagrado que si llego a llevar el móvil encima les hago una foto y la cuelgo en este artículo para que me creáis si os digo que en realidad parecían dos extraterrestres de vacaciones otoñales en la Tierra.

La combinación de chaqueta americana del hombre tres tallas menos, los pantalones subidos hasta los sobacos a lo Steve Urkel, unos zapatos negros del abuelo de mi abuelo, y una camisa de franela a cuadros estilo leñador, pero, y ojo al dato, con la combinación de estos tres colores: rojo, verde pistacho y lila. Ella, con una falda arrugada horrorosa, una chaqueta azul marino de la comunión de su yerno, los zapatos de tacón dos o tres números menos (le salía el talón fuera del zapato) y una bolsa de la compra de colores y cuadrados de esas baratas con la cremallera encima que luego se pliegan a medida compresa. Pero lo mejor de todo no era el vestuario si no la cara de ir perdidos en la gran ciudad (lo cual no es cierto porque deben de ser del barrio, ya que no es la primera vez que la he visto a ella. Sin ir más lejos ayer me pasó por encima de los pies el carrito de la compra que arrastraba). Me ha recordado a esas pelis cómicas de serie B de ciencia ficción en las que unos curiosos y pacíficos alienígenas planean viajar a la Tierra para ver como viven los humanos y se intentan camuflar con sus ropas y cuerpos para pasar desapercibidos y en realidad todo el mundo se da cuenta que son de otro planeta sin sospechar apenas que en realidad es cierto que lo sean de otro sistema. Pues esa era la imagen que mostraban. Nos hemos reído, no por crueldad sino por el comentario que hacía mientras cruzaban la calle y luego nos hemos vuelto a subir al zulo para echar unas horitas de más antes de plegar.

Espero acabar el día menos tonto que cuando lo he empezado, y que mañana me levante con los dos pies a la vez sin tropezar, y que el Sol ilumine mi camino y la Luna me conceda el deseo que le pedí el otro día. Mientras tanto la recomendación para acompañar la lectura de hoy es el tema que da parte del título de este artículo y que pertenece al fantástico grupo Británico The Housemartins, el tema se llama Me and the Farmer. Y como dura poquito, apenas tres minutos, hoy os doy programa doble y os ponéis luego el temazo Cars & Girls de los Prefab Sprout.

Que el día os sea propicio y encontréis aquello que buscáis o deseáis con todo vuestro ser. Y si no es así no sufráis que todo llega y el tiempo siempre nos da la razón.

martes, 7 de noviembre de 2006

MALA LECHE, FÚTBOL & CINTAS DE VIDEO

Hoy llevo un día algo tonto, no es que lo sea yo, aunque algo se rumoree por ahí, sino que tengo el día raro. Os contaré, a ver si soy capaz y mi dislexia galopante no me ataca mientras escribo esto. Ayer lunes, tenía el partido de fútbol con el equipo de la empresa, tarde, a las 22:15h y con un equipo de una empresa de gente de un taller. Vaya, testosterona a raudales. Hubo tanta masculinidad que a los 10 minutos de partido casi nos liamos a puñetazo limpio en medio del campo. Yo, como tío previsor que soy, ya estaba yendo a por la portería de reserva a ver si por el peso la podía coger y lanzarla a lo Hulk hacia la melé que se estaba formando en medio de un punto negro (luego me di cuenta que era el arbitro). Conseguimos a duras penas calmar los hábitos, perdón, los ánimos (ya estamos con la dislexia) y después de respirar tan hondo que casi aspiramos las bolitas de caucho del suelo de césped artificial. Un caucho que desde el primer partido aún tengo repartido por la galería de casa dónde he instalado esa televisión tan rara que le pones ropa sucia, jabón y después de miles de giros la puedes recoger mojada pero con olor a limpio (uauuuu!!! Y encima respeta los mismos colores que tenía la ropa antes de ponerla, que gran invento por Dios).

A lo que iba. Nos calmamos y seguimos jugando. Este trozo me lo salto, es largo, tedioso y los comentarios estoy seguro que ofenderían a alguien. Sólo comentaros que me puso de tan mal humor el tema que llegué a casa, cené volando, intenté irme a la cama para descansar y no pude pegar ojo hasta las 03:30h de la madrugada de la mala leche que llevaba encima. Caramba y eso que no he vivido nunca intensamente el fútbol, pero es que nunca en mis años mozos de escuela, o de adolescente había visto un arbitro tan tremendamente malo, incompetente, negado y firme candidato a patearle las cantimploras con las botas de tacos.

No quiero ser más desagradable o corro el riesgo de cabrearme de nuevo al recordarlo y estar otra vez esta noche dando vueltas en la cama con ganas de salir a matar palomas (Dios como las odio!!!!!). Suerte que hoy me he despertado cansado y con falta de sueño pero más calmado. No hay nada que un buen café, una sesión de afeitado varonil y una ducha no solvente. He salido a la calle con el frío en el cuerpo, porque a veces no lo entiendo pero me da por salir a la calle que parezco un legionario, con una camiseta de manga corta y una chaqueta que para no tapar no tapa ni el color de la ropa que llevo debajo. Que le vamos a hacer, después de la nochecita de ayer se me puede perdonar, mejor salir así que con el pijama de Shrek a la calle (algún día me pasará, no me acordaré que lo llevo puesto y la gente se va a descojonar en mi cara con razón).

Sigo con el día tonto, aunque me empieza a dar esa risa tonta como cuando se te ocurre pintar los muebles viejos con barniz, las ventanas cerradas y sin hacer un descanso. Algo parecido vaya.

De momento os recomiendo acompañar la lectura de este bobada que he escrito hoy (en algo se tenía que notar mis años, no??) el temazo otra vez de los Scissor Sisters de su último trabajo con el sugerente título de Ooh.

lunes, 6 de noviembre de 2006

LA LUNA QUE SUEÑA

Las personas que soñamos a menudo nos llaman de todo, de no tocar de pies en la tierra, de ser utópicos, de vivir en un mundo que no nos pertenece. Y no es cierto. Quizás las personas que soñamos somos las que en realidad mantienen el mundo con ilusión, con esperanza, con inocencia, con ese ver el futuro menos oscuro. Sacrificamos demasiado seguramente, nuestra propia existencia es vista con unos ojos de desprecio, de incomprensión, por quién nos rodea, nos conoce, incluso por quién no ha tenido la suerte de dejarse tocar por nuestra aura de tranquilidad, de energía positiva que muchas personas no saben encontrar.

Vemos el mundo con otros ojos, de distinta manera, más divertido del que nos venden, del que nos imponen. Nos levantamos haciendo un esfuerzo de comernos el orgullo que nos arrebatan y nos acostamos contentos por haber podido ayudar a alguna persona, a su alma, de alguien que nos hemos cruzado o un amigo/a que nos ha pedido consejo, o simplemente hablar por hablar. Siempre hay algo bonito cuando me acuesto por la noche, algo por lo que el simple acto de abrir los ojos haya merecido la pena levantarse de la cama, aún sabiendo que el día será duro.

Ayer me acosté con frío, salí al balcón de mi casa que da a la montaña de Montserrat y encima de ella había la luna, muy cerca, grande, blanca, llena, y seguí los consejos de una amiga con la que hablaba en una conversación a tres en el Messenger. Me dijo que pidiera un deseo, de verdad, creyendo en ello, y se cumpliría. Así lo hice, esperando que en breve se cumpla. Espero tenga razón, no he pedido nada imposible, ni irreal, algo sencillo, algo que anhelo, algo que necesito.

Hoy me he levantado temprano y la luna seguía ahí, aunque el sol le daba las buenas noches para ella. Y le he dado las gracias por haberme escuchado ayer por la noche, por esos 10 minutos pasando frío, soñando despierto, viéndola como me miraba para ver si mi corazón era puro y digno de recibir mi deseo. No se hacerlo de otro modo, quizás tenga el corazón demasiado grande y esto me haga pasar factura más adelante, pero tengo claro que no voy a hundirme por nada ni por nadie. Y le prometo que siempre le seré fiel a la Luna, que la protegeré de aquellos que no creen en ella, y en su poder.

Una vez me hice una carta astral hace muchos años, no recuerdo que me decía, tampoco le di demasiada credibilidad en ese momento, pero recuerdo que según la posición de los astros en el día y la hora en la que nací, el Sol estaba en una punta y la Luna precisamente siguiendo una línea recta en la otra, por lo tanto estaban separados en los extremos. No sé que puede significar esto, pero lo que entiendo es que en mí día a día puedo disfrutar de todo, de las bondades del día y de la noche, de esa dualidad que mantiene unida la Galaxia, de ese poder que otorgan los sueños, en querer que se hagan realidad, en poder materializarlos, en poder hacer que en un futuro no muy lejano el resto de la gente vea el fantástico y maravilloso mundo tal y como lo vemos los soñadores, para que la gente se respete, se quiera sin pedir nada a cambio, y se pueda vivir en paz.

La gente que me conoce sabe muy bien la devoción que siento por los delfines, mi animal preferido con diferencia. Me despierta algo dentro de mi muy superior a muchas cosas, me reconforta su presencia, su sonido, su visión. Y justamente está mañana viendo las noticias mientras tomo el café salía un reportaje sobre unos científicos japoneses que han encontrado una especie de Delfín Molar que tiene aletas laterales traseras, lo cual sería la confirmación que hace 50 millones de años el delfín era un mamífero de cuatro patas terrestre que por algún motivo volvió al mar para adaptarse de nuevo a ese entorno acuático, pero manteniendo aquello que les hace precisamente ser mamíferos de agua salada.

Quizás necesitemos los humanos hacer ese proceso alguna que otra vez. Volver a las raíces, a los orígenes como seres para adaptarnos mejor al entorno actual, y sobrevivir con dignidad. Quizás sea en los sueños diarios dónde podamos purificar nuestros males, y convertirnos en delfines oníricos para mejorar día a día. Yo no pienso dejar de hacerlo, y si se quiere insultar, odiar, despreciarme o alejarme y mantenerme lejos será la elección de alguien libre pero que no quiere o acepta soñar.

A finales de semana cumplo años, una cifra que significa algo para medio planeta, un cambio, una metamorfosis, el sueño de algo que les superaba en su momento que aún hoy perdura. Tengo suerte de haber llegado a esa cifra, con la cabeza serena, el corazón tranquilo y el alma en paz. Sigo soñando, y lo haré siempre, ese es mi destino, ese mi carácter, y no pienso intentar huir de él nunca más.

Os recomiendo para la lectura de este artículo de hoy el tema principal de la BSO del film BIG FISH del compositor Danny Elfman. Una delicia de banda sonora y un mejor film, que nos devuelve esa capacidad de soñar que a veces perdemos por el camino cuando nos hacemos mayores.

jueves, 2 de noviembre de 2006

RESACA ELECTORAL

El último festivo ha sido de los mejores que he pasado en meses, por muchos motivos, por una cena con una persona que fue especial, hablando, escuchando música, entrañable y espero que lo haya sido por las dos partes de una forma igual. Un partido de fútbol de fondo, y aunque es sabido por todo el mundo que me conoce que no entiendo de fútbol ni me ha gustado nunca (sólo jugarlo con los amiguetes y para reír, pasarlo bien y la compañía), llegué a emocionarme, escandalizarme e implicarme con los gritos y comentarios de la persona que estaba conmigo viéndolo en el televisor de mi casa.

En el descanso de dicho partido, visita a la nevera para buscar una Coca-Cola y una buena cerveza Guiness, una tapa de aceitunas que parecían cacahuetes debido a la velocidad con la que nos las comíamos, y un buen plato de pimientos de Padrón que cociné y que nos zampamos en un abrir y cerrar de ojos.

Finalizó el partido, y preparé la suculenta cena. Mi acompañante quiso ayudarme en la cocina, pero viendo la cara que le ponía y el cuchillo que yo sotenía en la mano, creo que entendió muy bien que se trataba de mi territorio y que no dejaría bajo ningún concepto que hiciese nada. Bueno, le dejé parar la mesa. Botella de vino tinto Marqués de Cáceres para la ocasión, y empezamos a cenar mientras nos reíamos a carcajada limpia viendo una peli tontorrona de esas comedias americanas repleta de gags que daban por la tele, pero nos dio por reírnos en cada escena como si se tratase del gran peliculón, con las lágrimas en los ojos.

Una vez hubimos cenado, nos sentamos en el sofá hablando y escuchando música de fondo, viendo la noche repleta de estrellas y la ciudad iluminada desde el balcón. Dijimos muchas verdades sobre la realidad vital, sobre nuestra vida personal con sinceridad y nos conocimos un poco más si cabe. Atacamos al Chivas de 12 años que trajo para la ocasión, mejor dicho, yo ataque al preciado licor y la otra persona se hizo un combinado de cola con el whisky al principio de la charla, ya que había venido en coche. Estuvimos dos horas hablando y decidimos salir de marcha, pero con tranquilidad pero que nos tocase el aire. Y nos fuimos a un Pub Irlandés. Pues nada, otra Guiness. Cerramos el local, o nos invirtaron a irnos al sonido de una campana de barco y nos fuimos. El resto ya es otra historia.

Al día siguiente eran las elecciones de la Presidencia de la Generalitat de Catalunya, y me levanté tarde, contento pero con una leve resaca de cansancio sobretodo, y a parte de cumplir con mi deber ciudadano de ejercer el derecho al voto con la posterior pataleta política una vez sabes el resultado y que se hace con ello, el día transcurrió alegre y divertido, en compañía de mi hija pequeña la cual la lleve al cine. Por la noche mientras cenaba, volví a encender el televisor para ver algo que no fuera el pasado partido de fútbol del día anterior, después de meses sin ver la programación, algo que ya os he contado el motivo en algún otro artículo. Puse TV3 para seguir la evolución del escrutinio de los votos y de la jornada electoral mientras cenaba algo. Me sorprendieron ciertos comentarios, pero es algo que la política actual ya nos tiene acostumbrados. Me alegré de haber conseguido la contribución de la subida del partido del Sr. Joan Saura, y una vez cenado me fui a dormir con la tranquilidad que proporciona una buena cena y la relajación de mi compañía misma, aportando serenidad y entereza a mi vida.


El tema escogido para hoy es del grupo abiertamente Homosexual, de Nueva York con un sonido fresco y unas letras de esas que no se cortan la lengua, los Scissor Sisters y de su último trabajo Ta Dah y la canción para acompañar el artículo es She’s My Man.