lunes, 12 de febrero de 2007

HAY UNA VEZ EN LA VIDA QUE….

Cuando llueve todo parece entristecerse, es cómo si nuestra esencia necesitara de algún refugio ancestral, olvidado por los océanos de tiempo, en ese sitio del recreo que al igual que cantaba en una canción Antonio Vega nunca llegamos a querer entrar para quedarnos mucho tiempo. Y solemos decir que nos molesta que llueva cuando salimos a la calle, por no saber que ponernos encima de ropa o de calzado, pero en realidad sabemos que nos relaja, aunque no queramos aceptarlo.

De vez en cuando es necesario purgarse, quitarse de encima esos pensamientos que nos quitan el sueño y no nos dejan respirar, que no nos dejan pasarnos el día con una sonrisa en los labios.

Si nos paramos, sin nos mantenemos quietos, sino seguimos hacía adelante, podremos ver como simples espectadores la cantidad de trenes que se nos cruzan por delante, con una velocidad cada vez mayor, sin querer o poder evitarlo. Y eso no es bueno, sobretodo al no obedecer a la ley universal que dice: "el agua fluye y no hay nada que pueda detener su avance".

Por eso os decía ayer aquello sobre el poder del agua, de ese líquido que somos nosotros, que forma nuestro ser, de ese 70% de agua pura que nos protege de las injusticias, de los ataques ajenos, del desamor, del abandono, de daño que nos han inflingido voluntariamente, de tantas cosas que no sabríamos que hacer sin ese escudo tan perfecto.

Esta mañana un buen amigo mío me comentaba su fin de semana en la barra de un bar mientras sorbíamos el cortado hirviendo. Sonreía de una manera especial mientras me lo contaba. Quizás él no sea consciente, pero en cada una de las palabras que salían expulsadas para que mis oídos pudieran procesarlas, el tono, y la inflexión de su voz era distinta; sin hablar de sus ojos que brillaban de una manera distinta.

“¿La ha olvidado ya?” he pensado. Por su cabeza hacía un tiempo que le rondaba el fantasma de un pasado reciente, de una chica que no quiso ver en él lo mejor que había en este mundo y lo dejó perder. Siempre he pensado en lo estúpidas y desgraciadas que son las personas que hacen esto, que no se dan cuenta de lo que tiene delante hasta que lo pierden. Pero me alegro por mi amigo, hoy lo he notado. He notado que ya no la tiene en la cabeza, al menos del mismo modo que antes. Estaba constipado pero alegre, ilusionado, animado, y vuelve a estar al pie del cañón más que nunca. Siempre le digo que es un crack y un maestro para mí en ciertos temas, y se ríe a carcajada limpia cuando se lo digo. Algún día seguiré los pasos que me marca, y con sus consejos, conseguir algo que de momento no me interesa, pero que quizás en breve si quiera tenerlo.

Supongo que el viaje que tiene planeado hacer para este verano será el cambio definitivo para abordar la etapa más madura de su vida, y pasar a otro estadio del alma, de su ser, de crecer emocionalmente y descubrirse más si cabe a su yo interno. Y seguro que lo hablaremos durante semanas con la compañía de una buena pinta de Guiness y nos reiremos de los últimos meses y de las personas que se nos hayan cruzado, de la mujeres que hemos conocido, de las peleas para ver quién se quedaba con la rubia o con la morena, y luego ni nos acercábamos a decirles nada. O de las veces que si ha habido suerte y nos hemos despedido antes de lo previsto para irnos a casa con otra compañía.

Quizás tengamos razón los dos cuando decimos que hay cosas que sólo pueden ocurrir una vez en la vida, y que a veces no quieres ni recordarlas ni que vuelvan a repetirse, pero otras veces, esa vez aún esta por llegar, y sentados en un portal de cualquier calle, esperemos que ese día llegue sin que nos coja desprevenidos o mirando al cielo en ese instante. Es sólo una vez, pero menuda vez será. De momento me quedaré con esa sonrisa de oreja a oreja que tenía mi amigo esta mañana cuando me explicaba su fin de semana tan movido y se la recordaré de vez en cuando para prepararlo para esa vez en la vida que…



FOR ONCE IN MY LIFE
Frank Sinatra

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por tu dedicatoria!

Estos últimos meses han sido preciosos, pero como bien dices, a la vez lo he pasado mal.

No creo que pueda decir que haya olvidado, pero si que empiezo a pasar la página que me tenía atrapado en el tiempo.

A partir de hoy estoy seguro de que podremos hablar de más temas como los que hemos hablado hoy, y no me cabe la menor duda de que el viaje me hará crecer.

Lara dijo...

Todo se supera, aunque en principio nos parezca harto difícil. Somos más fuertes de lo que creemos, y lo que no nos mata, nos hace más fuertes.
Suerte para tu amigo y para ti... que llegue "vuestra vez en la vida" y no os pille despistados. ;)

Besitos.

La Quinta Columna dijo...

jajajaja.... mejor mi amigo, que seguro tiene más suerte. Yo en el tema relaciones sentimentales no he tenido nada nada nada nada de suerte. Pero tan feliz, ya he aceptado estar el resto de mi vida sólo. Y es una suerte, porque me llevo muy bien conmigo mismo y nunca me aburro. Una se acostumbra a hacerse el amor a uno mismo jejejeje

gracias por tus palabras :)))

Lara dijo...

Me niego a creer que has aceptado estar toda tu vida sólo... Vamos, que malas rachas tenemos todos (dímelo a mí), y no todos tenemos la fortuna de encontrar el amor a la primera de cambio, eso está claro. Pero de ahí a pensar que no encontraremos a esa persona especial, que nos haga felices... va un trecho, ¿no crees?

Un beso.

La Quinta Columna dijo...

siento discrepar contigo Lara, pero lo he aceptado. A veces hay personas que siempre estaran solas, que no tienen pareja, y no lo pasan mal, es una elección, una opción escogida y meditada. Pero ya no me quedan fuerzas para otra relación, la verdad sea dicha, estoy harto de regalar mi corazón y mi persona incondicionalmente y que te lo destrocen y machaquen. ya no lo resisto, prefiero dejar de sufrir por amor, de momento en mis 33 años que llevo en esta planeta no me ha compensado, será mala suerte, pero es lo que hay.

Por cierto te he añadido a mis links :)))

Un abrazo XD.