John Knittel dijo: "Se es viejo cuando se tiene más alegría por el pasado que por el futuro".
Sucede que a veces, no sabemos el motivo, pero nos parece que despertamos de un sueño que nos ha mantenido apartados de la vida cotidiana durante demasiado tiempo. Y sucede a veces, pero no sabemos que hacer en esos momentos en los que los párpados superan, en un tremendo esfuerzo titánico, la fuerza de la gravedad, y consiguen hacer que entre la luz del sol a nuestros ojos, e interpreten esa explosión cromática, dándole las formas en tres dimensiones, intentando no marearse al añadirse la profundidad, y el corazón vuelve a latir después de ese letargo que lo ha mantenido inerte al paso del tiempo.
Sucede que a veces, notamos que no estamos solos en cada paso que damos; pero aunque no creamos en ellos, hay ángeles entre nosotros. Cada persona tiene el suyo, a veces es un desconocido, a veces es un familiar que nos dejó, a veces es alguien vivo que conocemos. Pero no intervienen a cada momento, saben cual es el instante preciso, y nos salvaguardan de los múltiples errores que comentemos con sólo levantarnos cada mañana. Y eso es precisamente lo que nos hace tan humanos, nuestro derecho a equivocarnos, a repetir los errores cuantas veces necesitemos, pero también a querer volver atrás para cambiar cosas de nuestra vida, lo cual nos condena al fracaso antes de empezar.
Nos duele ser conscientes que eso no ocurrirá nunca. Nos duele pensar que ese dolor ya está inflingido. Nos duele saber que quizás no nos perdonen nunca. Nos duele pensar que hemos hecho daño a una persona que queremos.
Sucede que a veces, queremos ser mejor personas sin saber con exactitud como lograrlo, o hacerlo. Sucede a veces que no nos damos cuenta, y ya somos esas buenas personas que deseamos ser, con el corazón tan grande que el ruido de los latidos ensordece a nuestro paso la tranquilidad de la ruidosa ciudad. Pero no lo vemos, no vemos que quién tenemos a nuestro alrededor nos demuestra constantemente con su amistad, su amor, su sinceridad, su fidelidad, sus risas, sus abrazos, sus besos, sus silencios, que somos importantes, que no nos quieren perder por nada del mundo, y que morirían al igual que nosotros moriríamos sin dudarlo por aquellos seres que queremos con tal fuerza e intensidad que romperíamos el corazón en dos si no lo controlásemos.
Sucede que a veces, mirar al pasado sólo nos sirve para llorar y sufrir, pero nunca para avanzar. Y sucede que a veces, deseamos tanto el futuro, que vivimos en él, en un futuro de fantasía, que no existe y que hacemos nuestro nuevo hogar. En cambio, el presente, sólo nos damos cuenta que lo tenemos cuando nos ocurre en ese instante preciso algo que nos perturba y nos sacude el cuerpo violentamente. Sólo existe el presente, y sucede a veces que olvidamos vivir en él.
I CAN’T MAKE YOU LOVE ME – George Michael
Hoy os pongo el video de la canción, para que el artículo pueda ser leído del mismo modo que lo escribí, con la esta canción de fondo.
1 comentario:
tras la muerte de mi padre y los últimos acontecimientos que he vivido, palpo mi vida al minuto, soy tan consciente de que quiero sentir el hoy y nada mas que el hoy, que solo pienso que hoy es domingo, que parece que mañana es lunes pero ya veremos...
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