Hoy llevo un día algo tonto, no es que lo sea yo, aunque algo se rumoree por ahí, sino que tengo el día raro. Os contaré, a ver si soy capaz y mi dislexia galopante no me ataca mientras escribo esto. Ayer lunes, tenía el partido de fútbol con el equipo de la empresa, tarde, a las 22:15h y con un equipo de una empresa de gente de un taller. Vaya, testosterona a raudales. Hubo tanta masculinidad que a los 10 minutos de partido casi nos liamos a puñetazo limpio en medio del campo. Yo, como tío previsor que soy, ya estaba yendo a por la portería de reserva a ver si por el peso la podía coger y lanzarla a lo Hulk hacia la melé que se estaba formando en medio de un punto negro (luego me di cuenta que era el arbitro). Conseguimos a duras penas calmar los hábitos, perdón, los ánimos (ya estamos con la dislexia) y después de respirar tan hondo que casi aspiramos las bolitas de caucho del suelo de césped artificial. Un caucho que desde el primer partido aún tengo repartido por la galería de casa dónde he instalado esa televisión tan rara que le pones ropa sucia, jabón y después de miles de giros la puedes recoger mojada pero con olor a limpio (uauuuu!!! Y encima respeta los mismos colores que tenía la ropa antes de ponerla, que gran invento por Dios).
A lo que iba. Nos calmamos y seguimos jugando. Este trozo me lo salto, es largo, tedioso y los comentarios estoy seguro que ofenderían a alguien. Sólo comentaros que me puso de tan mal humor el tema que llegué a casa, cené volando, intenté irme a la cama para descansar y no pude pegar ojo hasta las 03:30h de la madrugada de la mala leche que llevaba encima. Caramba y eso que no he vivido nunca intensamente el fútbol, pero es que nunca en mis años mozos de escuela, o de adolescente había visto un arbitro tan tremendamente malo, incompetente, negado y firme candidato a patearle las cantimploras con las botas de tacos.
No quiero ser más desagradable o corro el riesgo de cabrearme de nuevo al recordarlo y estar otra vez esta noche dando vueltas en la cama con ganas de salir a matar palomas (Dios como las odio!!!!!). Suerte que hoy me he despertado cansado y con falta de sueño pero más calmado. No hay nada que un buen café, una sesión de afeitado varonil y una ducha no solvente. He salido a la calle con el frío en el cuerpo, porque a veces no lo entiendo pero me da por salir a la calle que parezco un legionario, con una camiseta de manga corta y una chaqueta que para no tapar no tapa ni el color de la ropa que llevo debajo. Que le vamos a hacer, después de la nochecita de ayer se me puede perdonar, mejor salir así que con el pijama de Shrek a la calle (algún día me pasará, no me acordaré que lo llevo puesto y la gente se va a descojonar en mi cara con razón).
Sigo con el día tonto, aunque me empieza a dar esa risa tonta como cuando se te ocurre pintar los muebles viejos con barniz, las ventanas cerradas y sin hacer un descanso. Algo parecido vaya.
De momento os recomiendo acompañar la lectura de este bobada que he escrito hoy (en algo se tenía que notar mis años, no??) el temazo otra vez de los Scissor Sisters de su último trabajo con el sugerente título de Ooh.
A lo que iba. Nos calmamos y seguimos jugando. Este trozo me lo salto, es largo, tedioso y los comentarios estoy seguro que ofenderían a alguien. Sólo comentaros que me puso de tan mal humor el tema que llegué a casa, cené volando, intenté irme a la cama para descansar y no pude pegar ojo hasta las 03:30h de la madrugada de la mala leche que llevaba encima. Caramba y eso que no he vivido nunca intensamente el fútbol, pero es que nunca en mis años mozos de escuela, o de adolescente había visto un arbitro tan tremendamente malo, incompetente, negado y firme candidato a patearle las cantimploras con las botas de tacos.
No quiero ser más desagradable o corro el riesgo de cabrearme de nuevo al recordarlo y estar otra vez esta noche dando vueltas en la cama con ganas de salir a matar palomas (Dios como las odio!!!!!). Suerte que hoy me he despertado cansado y con falta de sueño pero más calmado. No hay nada que un buen café, una sesión de afeitado varonil y una ducha no solvente. He salido a la calle con el frío en el cuerpo, porque a veces no lo entiendo pero me da por salir a la calle que parezco un legionario, con una camiseta de manga corta y una chaqueta que para no tapar no tapa ni el color de la ropa que llevo debajo. Que le vamos a hacer, después de la nochecita de ayer se me puede perdonar, mejor salir así que con el pijama de Shrek a la calle (algún día me pasará, no me acordaré que lo llevo puesto y la gente se va a descojonar en mi cara con razón).
Sigo con el día tonto, aunque me empieza a dar esa risa tonta como cuando se te ocurre pintar los muebles viejos con barniz, las ventanas cerradas y sin hacer un descanso. Algo parecido vaya.
De momento os recomiendo acompañar la lectura de este bobada que he escrito hoy (en algo se tenía que notar mis años, no??) el temazo otra vez de los Scissor Sisters de su último trabajo con el sugerente título de Ooh.
2 comentarios:
bueno, bueno, no está mal tu día tonto... yo los tengo a montones!!
eso si, yo en lugar de con el pijama de Shrek saldré a la calle con el de Snoppy, que también tiene su gracia.
lo que necesitas es encontrar un maletín repleto de dinero y pegarte unas buenas vacaciones, eso cura la mala leche de raiz.
Caramba quizás sea cierto, yo pensaba que era la cantidad de sexo con mujeres distintas xDxD.
Buscaré el maletín a ver si tengo suerte y así vendrán el montón de chicas detrás...jajaja
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